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Bolet?n de la Real Icademia Gallega 4r
Deudos del pretendiente, entre otras distinguidas personas, eran
D. Alonso de'Lanz?s, Conde de Maceda;: D. Mauro de Mendoza, Marqu?s
de Villagarc?a,.y su. hijo D. Antonio de Mendoza, Vizconde de Barran
tes; D. Fernando de Andrade Sotomayor, Arzobispo de Santiago; otro'
D. Fernando de Andrade Sotomayor, Inquisidor de la Suprema, obispo
de Jaen, (todos originarios de la Casa de Sotomayor?; D. Antonio, don
Francisco y D. Melchor Sarmiento, Caballeros del H?bito de Santiago,
y el ?ltimo can?nigo, dignidad de ' chantre de la S. I. Compostelana;
D. Agust?n Sarmiento, de la misma orden militar, ?hoy Vizconde del
Portill'; D. Antonio, D. Juan y D. Francisco Berm?dez. de Castro, ca
n?nigos de Santiago; D. Garc?a de Sonsa, can?nigo de Coimbra, y don
Fernando Sonsa da Silva, ?Caballero del H?bito de Cristo? y Familiar
de la Inquisici?n. de; Lisboa.PABLO P?REZ COSTANTI.
(Continuar?).
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SECC1ON OFICIAL'
M?S TESTIMONIOS DE P?SAME POR EL FALLECIMIENTO
DEL SE?OR MART?NEZ SALAZAR
Despu?s de publicado el anterior n?mero del BOLETIN, se recibieron
en la Academia,' y por la viuda e hijos de nuestro finado Presidente,
nuevos testimonios de condolencia.
Figuran entre los primeros, los dos siguientes, que la Corporaci?n
agradece profundamente:
Del Centro Gallego, de la Habana. ?Cumpliendo las instrucciones
recibidas del Sr. Presidente de este Centro, contesto a su atento escrito,
19 del pasado Octubre,' as? como a su cablegrama del d?a 6 del propio
mes, por los que me comunicaba la dolorosa nueva;del,fallecimiento del
ilustre Presidente de esa Corporaci?n, D. Andr?s Mart?nez Salazar. In
dudablemente que las letras regionales y los altos intereses morales de
nuestra peque?a patria, han perdido un valedor insuperable y un esforzado
palad?n, pues, Mart?nez Salazar, como Vd. muy bien dice, dedic? los
cincuenta y un a?os de residencia en su patria de adopci?n, nuestra que
rida Galicia, para abrillantar su historia, poniendo en todo momento su
pluma brillante y magistral, al servicio de aquellos important?simos inte
reses. La Comisi?n Ejecutiva, que conoci? de su amable escrito, as?
como del cablegrama remitido oportunamente y a que dejo hecho men