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monge de Claraval, que se pueda decir misa ycantar.en el coro de este
Monasterio en tiempo de entredicho.
A?o de 1353, en 20 de Agosto, se presentaron al Rey D. Alfonso ^
unos Privilegios de Alejandro III contra unos cl?rigos que quer?an llevar 1
diezmos de lo que el Monasterio labraba en San Jurjo de Torres y San
Fiz, y en 7 de Abril de 1301, Bonifacio VIII concedi? que percibiese los
diezmos de las Iglesias que presenta y que por s? no pague diezmos a
persona alguna. Despu?s quiso el Arzobispo de Santiago ? echar algunos,
pedidos sobre las Iglesias de San Fiz y Santa Juliana y sali? sentencia de
un Juez sobre ello en que no se puedan echar, dada en 26 de julio de 1438. 1
Tambi?n quiso el Arzobispo de Santiago visitar este Monasterio y
sobre este punto puso pleito, el cual se sigui? en Valladolid y en Sala
manca y sali? sentencia contra ?l en 14 de Febrero de 1457, y el a?o ^
1458 se juntaron los autos y se confirm? en el Monasterio de Santa Ma
r?a de la Vega de Salamanca la sentencia dada contra el Arzobispo y se
sac? carta ejecutoria contra el dicho Arzobispo y en favor de este Mo
nasterio; est? en papel.
A?o de 1403 sali? sentencia de un pleito que hab?a, en que no deba
pagar el Monasterio media anata de sus beneficios de San Fiz, Ambroa,
ni de todos los dem?s.? A. M. S.P. L. C.
CURIOSIDADES HIST?RICAS
I
Si hay algo que importe al conocimiento de nuestras antig?edades,
entendiendo por tales, las anteriores a la ?poca romana, son, sin duda
alguna, las tradiciones que, acerca de una cierta poblaci?n gallega en las
Islas Brit?nicas, se afirmaron en el curso de los recuerdos hist?ricos de
nuestro pueblo en el ?ltimo tercio del siglo xvii. Desde que Ethicus,
como si quisiese se?alar una m?s estrecha relaci?n de lo que resultaba
tal vez de un simple hecho fortuito, dijo que el faro, brigantino miraba
hacia Inglaterra, un silencio profundo cay? entre nosotros, sobre tan
intencionada indicaci?n, y a?n pudiera a?adirse, problemas que entra
fiaba para el conocimiento de nuestra historia. Las tinieblas de los tiem
pos olvidadizos completaron la obra, aunque no tan por entero, que se
borrase como para siempre el recuerdo de tan interesante tradici?n. Y