58 Bolet?n de la Real Academia Gallega
(46) Aunque los documentos B", B'5 y Bfs, fueran genuinos, y estuvieran
?ntegros, nada importar?an como materia de comprobaci?n de la teor?a colonia
na de Garc?a de la Riega, el cual ya se encarga de decir en Col?n Espa?ol,
Cap. XIII, cuales son los documentos m?s importantes, al caso, a su caso; y no`
son ?stos ciertamente, ya que nodos fotograba ni los comenta.
(47) ?Qui?n sino G. de la Riega, creador del tema COL?N ESPA?OL, tendr?a
inter?s supremo en descubir la ?nica base que podr?a dar firmeza a su teor?a his
t?rica, a saber la de los monumentos originales (Ch. de Smedt, Pr?ncipes de
Critique :Historique, Li?ge et Par?s, 1883, p?g. 40) o la de los documentos
(C. V. Langlois y C. Seignobos: Introducci?n a los Estudios. Hist?ricos, tradu
cida por D. Vaca, Madrid, 1913, p?g. 17) ?).
Hay m?s. Si para algo sirve la Grafolog?a, poca perspicacia se necesita para
entender que las falsificaciones atr?s estudiadas son obra de una misma mano
experta en el dibujo en que era maestro G. de la Riega. Los fotograbados de las
l?minas V y VI, que reproducen ampliaciones de las principales de aquellas fal
~~;`^ sificaciones, comparados con el fotograbado i de la L?mina VII y con las notas
? marginales que acompa?an a varios de Ios. documentos fotograbados, lo ponen
de manifiesto. El Muro do Concello y el Cartulario, sobre todo el primero, que
manipul? largamente G. de la Riega, ofrecen, adem?s, amplias pruebas de la
actividad retocadora de nuestro autor, que, fuera do los, documentos colonianos,'
ha contaminado otros muchos?y de algunos ya hice m?rito en las notas prece
dentes?con su inquieta pluma transformadora. Era una man?a.
(48) Refi?rome particularmente al Sr. Alvarez Limeses, discreto y culto
sostenedor de la tesis de nuestro autor. En los dem?s continuadores de G. de la
Riega no he hallado sino palabras sexquipedales de estilo sinsontesco, calum
nias, injurias y amenazas matonescas. ?C?mo si la Ciencia se conquistara o ade
lantara por esos medios! !?C?mo si todo eso no fuera completamente demod? en?
tierras europeas! No dir? nada, porqu? parece c?mico, de otra ocurrencia de uno
de los continuadores de G. de la Riega. Temiendo el fracaso de la nueva teor?a
coloniana, propon?a que antes de pronunciar el fallo se registrasen todos los Ar
chivos de Galicia, para buscar documentos sinceros, irrecusables, en pro de
aquella teor?a. ?Definitivo!
(49) Por ejemplo, los famosos orensanos del siglo XVII, los Fern?ndez Bo?n,
incansables retocadores y forjadores de monumentos hist?ricos galaicos.
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