I oletln de la Real. Academia Gallega 357
Reate Marie r SUPExnnno etc. (1). Fu? tal el arraigo de esta forma
latinizada de nuevo, que pas? algunas veces a los documentos gallegos
de la segunda mitad del siglo XIII, donde no es raro leer Superaddo y
aun Sobraddo (2) que tambi?n parece correcci?n erudita, equivocada
sin duda, de la grafia popular Sobrado, desde hac?a tiempo empleada
generalmente en los instrumentos p?blicos escritos en gallego.
Al observar tales vacilaciones y variedad de formas, y sin perderlas
de vista, ocurre pensar cu?l ser?a el verdadero origen de la voz Sobrado,
nombre de la villa y del famoso monasterio, fundado en su recinto y
al que di? su nombre (3), y aun a riesgo de cargar con las consecuen
cias de haber metido la ,hoz en campo donde suelen recogerse m?s
espinas que trigo, no podemos sustraernos al deseo de escarcear sobre
el etimo de; palabra tan com?n en el onom?stico gallegoportugu?s y
no desconocida en el det resto de Espa?a (4).
liase indicado al principio que los nombres personales, los comu
nes y los bot?nicos, contribuyeron mucho a la formaci?n de los topo
u?micos, De tiempo inmemorial loa conquistadores de pueblos se
adjudicaron territorios, villas, lugares, predios, etc., que tomaban los
nombres de los nuevos ocupantes, olvid?ndose los antiguos. Algunos
inmuebles se salvar?an y, con otros de aprovechamiento com?n para
vencedores y vencidos, continuaron ostentando sus nombres antiguos,
m?s o menos modificados por la fon?tica de los ?ltimos poseedores;
(r) En las copiosas y curios?simas escrituras procedentes del Monasterio de Sobrado
publicadas por el ya citado escritor D. C?sar Vaamonde en su interesante libro FerrolPuente
deume, se ven constantemente usadas esas formas y aun alternando en un mismo documento.
(2) Sobraddo se lee cinco veces, y dos Sobrado, en un foro otorgado ante Alfonso
P?rez, notario de Betanzos, en 1269, de unos bienes del Monasterio, sitos en Rubeira (Ruivei
raBetanzos), a D. Vidal P?rez y consortes. Es muy probable que el grupo dd pasase a las
bulas expedidas en Roma y a otros documentos eclesi?sticos del monasterio; pero no es esta
ocasi?n para comprobarlo.
(3) En la escritura del a?o 936 hemos visto, por primera y ?nica vez, que la ,villa ten?a
un nombre: ludosa, del lat?n latosa, lodosa, llena de lodo, pantanosa, y un sobrenomkre, supe
rato, (cilla uocabulo ludosa cognomento suPERATO). Una villa era entonces una granja o casa
de labranza, o tambi?n de recreo, con edificios y dependencias, tierras labrad?as, prados,
monte, arbolado, etc., si a veces reducida como un lugar acaseirado, ocupaba, otras, extensi?n
considerable de terreno con algunos edificios habitados por el due?o y por los labradores escla
vos; de estas ?ltimas era la de que se trata: una aldehuela, un vicus, seg?n se le llama a Superius
alto en la expresada donaci?n de Ordoho IV, de 958. La doble denominaci?n podr?a explicarse
atribuyendo el ludosa al suelo del caser?o y superato al sitio (algo separado de aqu?l) donde
pocos a?os despu?s fu? edificado el monasterio. Sea como quiera, es lo cierto que el nombre
ludosa se olvid? pronto,; puesto que, como se ha visto, ya no se cita en las escrituras de
fundaci?n, del a?o;952,ni despu?s.
(4) Hay Sobrado en Le?n y Oviedo; Sobradillo en Salamanca y Zamora, y Sobradiel
en Zaragoza.