' 14 Bolet?n de la 'Real 94cademia Gallega
(4) El nombre de Bonava/ (Bonavallis) es el de un antiguo santuario (exist?a en el .
siglo xm), despu?s convento de dominicos, de Santiago de Compostela. A?n hoy, en la igle
sia ojival (siglo xillxiv) de Santo Domingo de Bonaval, hay una capilla donde recibe culto
popular una imagen de Nuestra Se?ora de Bon?val, que puede muy bien ser escultura del
siglo pcm. Representada VirgenMadre. En otro trabajo he se?alado las conexiones de San
tiago y Vigo en la escultura y arquitectura, lo que prueba la ?ntima comunicaci?n que hab?a
entre ambas ciudades, supuesta la hegemon?a de Santiago de Compostela. ?
(13) Este trovador s?lo tiene en el C V la canci?n 438, que es una lind?sima C?ntiga
de amigo, del tipo de las marinas, en que se nombra la ermita de San Sim?n. En la r?a de
Vigo (Pontevedra) hay un peque?o islote, nombrado San Sim?n, y en ?l una capilla antigua.
Sin duda, es ?sta la ermita aludida en la bella canci?n de Meendi?o. ?
(16) Aun cuando del Codax del C B no se ha publicado m?s que una C?ntiga, se
sabe por la parte editada de ese mismo Canc. que, a vueltas de las ,variantes derivadas de la
diversidad de manuscritos fuentes y de los distintos copistas de los dos Cancioneros ita
lianos, hay entre ambos una estrecha hermandad gr?fica y ling??stica originada de la naciona
lidad portuguesa y de la contemporaneidad de los dos grandes Cancionerosfuentes d? los
romanos de hoy.
(17) Este juicio del texto de las C?ntigas de Mart?n Codax, se ha hecho, en gene
ral, de todo el contenido de los ap?grafos romanos del gran Cancionero galaicoportu
gu?s medioeval. Obra, esos famosos ap?grafos de amanuenses italianos del siglo xvi,
perfectamente ignorantes de la lengua y del arte de los manuscritosfuentes, que deb?an trans
cribir para Angelo Colocci, manuscritosfuentes, que, por a?adidura, siendo, como eran, de '
factura portuguesa del siglo xiv, probablemente garantizados con el ex libris del Conde de
Barcellos u otro procer lusitano de principesca alcurnia, naturalmente hab?an de reflejar el
predominio de la lengua y la gram?tica lusitanas de aquel siglo, convertidas en troquel
que modelase la lengua y la graf?a de los trovadores gallegos llamados a formar en aquellas
colecciones, los manuscritos Vaticano y ColocciBrancuti de nuestros Cancioneros, son in
' correct?simos, al menos desde el punto de vista gr?fico y morfol?gico. Monaci di? en la
edici?n del ms. Vaticano una inmensa lista de variantes entre el texto y las notas marginales
del mencionado ms. Di? adem?s una clave para interpretar los infinitos yerros principales de
ortograf?a. Todo ello, y la observaci?n propia, pues la edici?n del Canc. Vaticano, seg?n Mo
naci, escrupulosamente paleogr?fica, da la impresi?n objetiva del manuscrito, y el voto un?ni
me de los doctos que se han ocupado en estos estudios, confirma el juicio de menos val?a de
los ap?grafos romanos del Cancionero, en el sentido expuesto.
El hecho de la lusitanizaci?n ling??stica de los poetas gallegos del Cancionero est? re
conocida por todos los cr?ticos de la vecina rep?blica. A?n en nuestros d?as, d? aventajada
cr?tica textual y paleogr?fica, se ha repetido el fen?meno en la edici?n del Cancioneiro da
? Ajuda, de la talentosa y erudit?sima Sra. D." Carolina Michaelis de Vasconcellos e). Se sabe
?
(*) La Sra. Micha lis de Vasconcellos, que ha hecho un libro verdaderamente admirable sobre el Can
cioneiro da Ajuda?admirable, digo, desde el punto de vista de la historia y cr?tica literarias?, cometi? el
error inexplicable de cambiar la graf?a, y con ella la fon?tica, del famoso Cancioneiro. Mucho m?s importante
que facilitar la lectura del C. da Ajuda a los indoctos, es la fidelidad hist?rica y escrupulosidad filol?gica.
Este criterio que se comprende en el cr?tico portugu?s del siglo xut o xlv, que sustituy? en el ms. original del
mismo Cancionero la forma ?tona nos por uns y nos por nns, m?s lusitanas, y en un erudito del siglo xvit,
como Duarte Nunes de Le?o, o en uno del xvitt, como el sabio autor del Elucia'ario das Palavras, etc., Fray Joa
quim de Santa Rosa de Viterbo, pero de ning?n modo en los modernos romanistas, hace in?til el empe?o de
ilustrar los or?genes del gallegoportugu?s?el gallegj del Mi?o?y de se?alar el punto de partida de la diferen
ciaci?n ? bifurcaci?n de la lengua del Norte y la del Sur de aquel r?o. Poco importa que, en tiempo, no de
D. Diniz, como dice la Sra. Micha lis de Vasconcellos, sino de Alfonso III, a mediados del siglo xitt?yo no
admito la autenticidad gr?fica, y aun dudo de la lingii?stica, del Testamento de Alfonso II, y de otros documentos
que trae en su no muy escrupulosa Chrestomatia Archaica D. Jos? Joaqu?m Nunes?haya sido sustituido con
ventaja la graf?a arcaica, (que se h?zo perenne en el gallego), por la nueva, de origen provenzal. El hecho es
el hecho. Sobre ?ste, en cuanto objetivo, no cabe discutir: sobre las filosof?as, como cosas subjetivas, si que
cabe. Lo que nos interesa es saber si libros como el Cancioneiro da Ajuda y Flores do dereito, (in?dito en la
Torre do Tombo), han de adjudicarse a la literatura gallega o, en todo caso, a la gallegoportuguesa, nunca a
la portuguesa exclusivamente, como consciente ? subconscientemente se pretende.