76 jolet?n de la Real 5kcademia 6allega
del Rey Codificador, pero aplaudir?an una obra que, tan por entero,
respond?a a las nuevas corrientes bolo?esas del Derecho, poderosas entre
aquellos y otros doctos cl?rigos de la catedral de Santiago de Galicia:
Lo que m?s importa es que este precioso resto literario, despu?s
de los seis gallegos publicados, sus similares por el contenido y aun
por la lengua, en el sentido expuesto, viene a enriquecer la bibliogra
f?a galaica de la edad inedia, hasta' ahora limitada a Cr?nicas y Cancio
neros, con un caudal tal vez no sospechado, ni por el perspicac?simo
y talentoso P. Sarmiento. (1)
Nuestro ap?grafo galaicocastellano' de Las Partidas, procede del
rico fondo de impresos y manuscritos que guarda en su casa de Doro
?a, D. Rodrigo Pardo Gonz?lez, de Puentedemne, salvado de la b?rbara
incautaci?n de bienes monasteriales. Lleva en su margen derecha,
por el reverso, una signatura del siglo XVI que dice: ?Escritura de
venta... que fizo... Soarez, de la casa de Noya, con su posesion?, e in
dica el oficio de forro de otros papeles, que, desde entonces, desempe
fi? nuestro pergamino. Otra: ?A. L 15, N.? 79?, del siglo xvirr, nos
es bien conocida como usada en el archivo del convento de francisca
nos de Noya. Una tercera signatura moderna: ?N.? 4, NoyaReconta
dos?, nos es igualmente familiar, como se?al de los bur?cratas de la in
cautaci?n de papeles de los archivos mon?sticos.
La hoja membran?cea es un infolio menor (de 33 X 23 con las
m?rgenes, y de 26 X 18 sin ellas). Las iniciales son rojas y azules al
ternadamente; lo mismo que los calderones. Los ep?grafes de las Leyes
est?n escritos con tinta encarnada: en todo muy semejante al frag
mento A, y al publicado por el Sr. Mart?nez Salazar. Estos caracteres
externos, afiadidos el dibujo de las ,letras, las m?ltiples abreviaturas,
y lo excesivo y an?rquico de los signos ortogr?ficos, autorizan la fecha
del pergamino; ?ltimo tercio del siglo xru.
Salvo en los pasajes en que est? maltratado, sobre todo en la p?
gina del reverso, que es la fotograbada, la lectura de este manuscrito
no ofrece dificultad ninguna. Ofr?cela en cambio la soluci?n de algu
(r) La aparici?n de la primera edici?n de Lar Partidas, de Alonso D?az de Montalbo,
en Sevilla, 1491, y la multiplicaci?n de ediciones en el siglo xvi, seg?n el texto trabajado por
Gregorio L?pez, hizo in?tiles los ms. del C?digo Alfonsino. Se conservan 6r castellanos, al
guno catal?n, y alguno portugu?s. Los gallegos, que deb?an abundar mucho, desaparecieron
totalmente. La rica biblioteca del conde de Gondomar, que ten?a entre sus 15.000 vol?menes,
muchos manuscritos, no conserv? ning?n c?dice gallego de Las Partidas, a pesar del galle
guismo del ilustre conde.