Bolet?n de la Real academia Gallega 229
donde pas? a la poes?a romana. Acaso, como indica un autor, ? el pavo real fu?
considerado, en su origen, como emblema de gracia majestuosa y, habi?ndose
llevado a Samos, fu? propagado por el Occidente con los recuerdos de su culto,
? la sombra del cual se hab?a multiplicado. En algunas monedas y en los fres
cos campanienses sirve el pavo real para variar las representaciones de Hera,
ya figurando a sus pies, o solo, o emparejado al carro que arrastra a la diosa.
Para la leyenda. Consecratio v?ase las notas 14 a 16.
29 y 30. Publio Licinio Galieno (253268). Asociado a su padres Valeriano
en el imperio, en 253, le ayud? en la guerra contra los Germanos a los que con
tuvo en la frontera del Rhin, despu?s de algunos combates; pero se entreg? luego
de lleno a los placeres mientras que los Escitas, Godos y H?rulos iban apoder?n
dose de las provincias. Habi?ndose hecho proclamar emperador Aureolo, ten?alo
sitiado en Mil?n Galieno cuando ?ste fu? asesinado por unos conjurados en 22 de
Marzo de 268: poco despu?s fu? muerto su hermano menor, Valeriano.
El reverso
Germanos, despu?s de la cual tom? el t?tulo de Germanico M?ximo. Griegos y
romanos hicieron de la Victoria una divinidad aleg?rica hija de la Fuerza y del
Valor, o de Pallas y de Styx, seg?n otros. En la acr?polis de Atenas ten?a
un altar. Cuando Sila volvi? triunfante de sus enemigos, le erigi? en Roma un
templo y estableci? juegos p?blicos en su honor. En el Capitolio ten?a tambi?n
su estatua, de donde fu? retirada definitivamente por orden de Graciano en 388.
Se la representa con alas, coronada de laurel, llevando en la mano una palma o
una corona; de pie sobre un globo; con J?piter y Minerva; conduciendo el carro
de los triunfadores, caminando delante de sus caballos, etc., etc. No se le sacri
ficaban animales y si s?lo frutos.
a, b y c. Ll?manse monedas de restituci?n, por haber sido acu?adas por
algunos emperadores romanos en honor de otros anteriores : aun cuando en ellas
se haya procurado copiar las cabezas y leyendas de las primitivas, el arte y la
letra empleados dejan adivinar la ?poca en que se labraron las restituidas. Las
descritas bajo estas letras que tienen las cabezas de Augusto, Trajano y Alejan
dro Severo, respectivamente, son de las atribuidas al emperador Galieno y ?hay
motivo para creerlo as?, escribe Cohen (0b. y t. cit. 457), tales son la restituci?n
del Augusto en oro y el estilo del altar del reverso, muy parecido al de una mo
neda de Salonino (1). El reverso Iunone Martiali que s?lo tienen las de Trebonio
Galo y Volusiano, se encuentra tambi?n en las restitu?das, con la cabeza de Au
gusto, que se atribuyen a Galieno, lo que pudiera hacer creer que hab?an sido
acu?adas por orden de Trebonio Galo: tampoco ser?a dif?cil que todas estas mo
nedas hubieran sido acu?adas por un solo emperador, pero lo m?s probable
parece que Filipo o Trajano Decio hayan comenzado a dar el ejemplo que se
continuar?a hasta Galieno?.
A las discretas observaciones del sabio numismata nos permitimos a?adir:
que el altar de la moneda de Salonino, a que alude, si se except?an las dos pal
metas que lo adornan, es igual al del reverso de nuestras monedas a y b de Au
gusto y Trajano, respectivamente, y que el arte y la letra en ellas empleados
se parecen a los del per?odo que estudiamos, desde Filipo hasta Galieno, sin que
nos sea posible se?alar qu? emperador o emperadores, de los que reinaron du
(1) Salonino fu? hijo de Galieno y Salonina: rein? de 251 a 259.