ego joletfn de la Real Scademia Gallega
trumentos y padrones por donde resulte la verdad de la posesi?n que
han tenido, suele ser facil ? los poderosos y ricos el hacer ? su voluntad
y arbitrio las probanzas con da?o de todos los dem?s vecinos...?
Recaido ? esta petici?n auto de la referida Sala ordenando la for
maci?n de padrones, y comunicado ? las Justicias, el Alcalde de Santia
go D. Juan Antonio de Espa?a y Luna dirigi? en 20 de Marzo de 1737
una carta al Fiscal, exponiendo que:
?...En esta ciudad, desde su antiguedad, nunca hubo ni se practic?
distinci?n de estados, conserv?ndose las familias conocidas por sus ca.
lidades en su distintivo, ni en ella hay repartimientos ni padrones ni
aun se paga el servicio ordinario por repartimiento, en atenci?n de que
el Ilmo. Sr. D. Alonso de Fonseca, Arzobispo que ha sido de ella le
conmut? con empleos que hizo en juros para libertar como lo hizo ?
los vecinos y moradores, y no alcanzando estos efectos por los des
cuentos, esta M. N. Ciudad, de sus arbitrios que goza con facultad Real,
completa anualmente lo que le ha pertenecido por no causar altera
ciones ni novedades que motivar?an grav?simas consecuencias de dis
cordias y otros disturbios, si no se les mantuviese en la posesi?n en
que se hallan con tolerancia de la Real Hacienda; gozando la fran
quicia de aun no pagar pechos ni derechos de alcabalas de sus propios
frutos; y finalmente otras regal?as con que los Sres. Reyes de gloriosa
memoria le han favorecido en honra de la grandeza del Santo Apostol
S.?L Santiago, concurriendo ? esto, venir ? avecindarse muchas familias .
de otros reinos conocidas por limpias de sangre; y a?adi?ndose tambien
que aqu? se exercen empleos de Alcaldes, Caballeros Regidores, Procu
rador General y otros rep?blicos, sin pruebas ni otras limitaciones m?s
de el conocimiento que se tiene de los tales sujetos.=Y precediendo
esta costumbre, contemple V. S. lo arduo que ser? ? conmover una re
p?blica tan dilatada de diversos estados, empleos, ocupaciones y na
cimiento, que no habr? ninguno que no quiera ser Hidalgo, de que se
seguir?n, como me recelo, inquietudes, desazones, dispendios de gastos
y otros inconvenientes dignos de la mayor refiexi?n.=Igualmente su
ceder?
total confusi?n ? venganzas, perjudicar ? los que fueren Nobles, y ?
sobornarse las Justicias con sumo descalabro de los naturales: estos
motivos expongo ? V. S. para que si los tuviese por apreciables, se
sirva consultarlo con los Sres. de la Real Sala ? fin de que se dignen
mandarme lo que deba executar...
Termina el referido testimonio con una orden de dicha Sala co
municada por el Fiscal en 3 de Abril de 1737, para que se suspenda
?