Dolet?n de la. ?Re?l 5Icademia Gallega 147.
ratifica en su declaraci?n. Parece que ?el ?dolo de ore*, seg?n da Pena,
lo hall?".do Espi?o ?en la m?moa de San Vicenzo das Negradas.b (1)
ANDR?S' MART?NEZ SALAZAR.
(Coniinuar?)
LAS L?PIDAS ROMANAS DE CIUDADELA
Entre las preciosidades que se exhiben en la Exposici?n arqueol?
gica de Santiago, ocupan un distinguido lugar las tres l?pidas tra?das
de la antigua Ciudadela (2) por los desvelos y algo m?s del Sr. D. Ri
cardo Blanco Cicer?n, uno de los hombres que viven consagrando ?
esa valiente muestr? del valer de riuestros mayores, una gran suma de'
sus poderosas energ?as. All? est?n ? la vista de todos, testimonio claro,
includable y asequible ? todas las inteligencias, de la existencia de una
antigua poblaci?n romana de notable importancia en las inexploradas
tierras gallegas.
Dos de ellas no son, por desgracia, de tan Clara lect?ra como fuera
de desear, pero la tercera, que es precisamente la m?s importante,
puede ser le?da por cualquiera, aunque poco versado en este orden de
conocimientos.
Es una gran losa de granito de casi dos metros de alto (1'96 m.) por
m?s de medio metro (0`64) de ancho, y para su estudio puede ser con
siderada como dividida en tres secciones: la superior, la media y la in
ferior. Esta ?ltima, que est? solo desvastada, demuestr? que la piedra
fu? indudablemente trabajada para ser colocada derecha, ? sea en po
sici?n vertical, y por eso los 31 cent?metros de alto que alcanza no fue
ron cuidados como el resto del monument:), sino que dej? el lapicida
esa parte m?s basta como dernandaba el objeto ? que la destinaba de
ser enterrada.
En? su parte superior, en un cuadro de 70 cent?metros de alto,
aparece la figura de un hombre sin nada en la cabeza, vestido con una
sin ce?ir, tan corta que no llega ? la rodilla, dibujado de frente
(I) Parece que en esa parroquia bay otra m?moa, Ramada de Raza ?
Reza.
(2) Dos de estas'l?pidas h?lianse reproducidas por el fotograbado en el
BOLETIN n?m. 26, ?pggs. 28 y 30.