226 bolet?n de la Real 5cademia Gallega
y su hijo durante los juegos seculares. La III se contiene en el anverso de la
n?m. 17 de Filipo, hijo : falta la IV, por lo menos.
14 a 16. Marcia Otacilia Severa fu? mujer de Filipo, el viejo, y madre de
Filipo, el joven, asesinado este ?ltimo a los 12 a?os de edad por los pretorianos,
pocos d?as despu?s de haber sido vencido y muerto su padre, por Decio, cerca
de Verona. Duruy (ob. cit., p?gs. 343 y 344) inserta el reverso de un denario de
Otacilia con la leyenda Juno Conservatrix y una medalla de bronce con Filipo,
Otacilia y su hijo. En la forma de salir de un creciente el busto de ?sta y de
otras emperatrices, parece que se ha querido imitar a la Artemis griega (Diana).
Tambi?n al dios Lunus se le ve representado con un creciente detr?s y a la altura
del cuello.
La Piedad (Dietas); con esta leyenda, acompa?ada de una cabeza diade
/nada, se ve ya en las monedas, un siglo antes de J. C., seg?n Blanchet
(Dict. des ant. gr. et rom.). En los denarios de Pompeya la Piedad est? de pie,
con un ramo y un cetro en las manos; en tiempo de Marco Aurelio, de pie, con
un cuerno de la abundancia y un tim?n, y a sus pies una cig?e?a. Desde Galva
a Constancio II hay muchas variantes acompa?adas de Augusti, Augustorum,
Augusta, publica, militum, senatus, etc.: de pie, velada, cerca de un altar en
cendido, en la mano derecha una patera y en la izquierda un cetro; sentada,
velada, con el cetro y delante un ni?o; con las manos levantadas; con una caja
de perfumes y echando incienso en el altar; con un globo y un ni?o; sentada,
con cetro, tendiendo la mano a dos ni?os, etc. Ten?a dos templos en Roma.
Aun cuando las palabras dedicatio y consecratio suelen emplearse como si
n?nimas, parece que se diferencian: seg?n E. Pothier, Cicer?n insin?a que la
consagraci?n no implica ning?n derecho, mientras que la dedicaci?n es esen
cialmente religiosa. Un particular puede consagrar un objeto a la divinidad y
s?lo el sacerdote o el magistrado pueden dedicar. La dedicaci?n es siempre un
acto solemne realizado con el asentimiento del pueblo y confiado al cuidado de
los magistrados y sacerdotes : la consagraci?n no tiene necesariamente este
car?cter, aun cuando sea realizada con todo el aparato religioso: aplicada la
consagraci?n a los emperadores, es s?mbolo de deificaci?n y apoteosis: m?s tarde
fu? concedida a personajes de menos consideraci?n y aun a simples ciudadanos.
Pudicitia (el Pudor) era en Roma la diosa protectora de la castidad de las
matronas y no pod?a ser reverenciada sino por las mujeres que s?lo hubieran te
nido un marido (univivae); en lo antiguo hubo en Roma pudic?lia patricia y Pu
dicitia plebeia; no se conoce templo de esta deidad, que parece s?lo ten?a altares
y estatuas. La devoci?n a Pudicitia, como la mayor parte de las abstraccio
nes divinizadas, Salus, Felicitas, etc., fue puesta en relaci?n con la familia im
perial. Livia, mujer de Tiberio y despu?s de Augusto, parece que ya fu? invo
cada con aquel nombre; otro altar del Pudor fu? levantado en honor de Plotina,
esposa de Trajano, y su imagen aparece con frecuencia en las monedas, hasta
Salonina, esposa de Galieno: la diosa est? unas veces de pie, envolvi?ndose en
un velo; otras, sentada y a veces rodeada de la Salud, la Felicidad o la Paz.
Estas efigies?termina Mr. de Decker, de quien tomamos estas noticias?son
las ?nicas reproducciones ciertas que poseemos de esta divinidad.
En nuestras monedas la deidad aparece sentada (n?ms. 16 y 22).
17 y 18. Filipo hijo, asociado con su padre al imperio (244249). No sin
recelo clasificamos como de Filipo, el joven, estas dos monedas: ambos tien'en