178 Bolet?n de la Real 5kcademia Galleg
una menor edad, si se continuase la monstruosidad y el orror de
ver entronizado en el mas desp?tico poder a que jamas lleg? valido en
un hombre en quien se juntan quantas impropias partes pueden ima
ginarse para tener en las manos una balanza tan ; preciosa y delicada
nacido fuera de los dominios de la Corona de obscuro linaxe de cort?si
ma comprehension natural sobre faltarle totalmente las experiencia
que necesita el dificil arte de gouernar, presumido a esta propor
cion, pues ha pensado acertar a conducir el Timon de este Gran Vaxel
de la Monarqu?a Espa?ola en que tan atinados Pilotos se han perdido,
ambicioso en el ?ltimo grado, pues contra las expresas prohibiziones
que el Rey nuestro Se?or (que est? en el cielo) dex? en su testamento
y contra lo mismo que Su Magestad obr? en su vida no haui?ndole
querido dar nunca el m?s leve car?cter de Ministro, se ha puesto tan '
arrebatadamente sobre nuestras cabezas atropellando todas estas nuli
dades y la de hauer ascendido a quanto tiene no solo sin consejo sino
contra expreso dictamen de la Junta que Su Magestad puso ? la Reyna
nuestra Sra. para los fines que constan del testamento quien no llorara
con l?grimas de sangre considerar cabeza y Juez de la Religi?n Cat?li J
ca en estos Reinos dispensador de la Justicia en todos ellos y due?o
de nuestras honras, vidas y haziendas, ? un hombre de estas prendas
con la nunca vista incompatibilidad de confesor y valido que es lo mis
mo que fiscal y parte guando los efectos corresponden tan, puntual
mente, a estas causas en el desorden general del Gouierno, repetidas
p?rdidas de Reinos y Prouinzias enteras, con ignominia nuestra y es
carnio de nuestros enemigos, despreciada y ajada la Nobleza y la Mili
cia, sin Justicia, sin econom?a; rendidos y aniquilados los pobres vasa
l?os de Castilla con el insuperable peso de tributos, finalmente por no
detener mas ? V. S., con . lo que es tanto menos necesario de ponderar
quanto lo tenemos todos mas a la vista, pasar? ? decirle que en execu
cion de lo que ofrez? a la Reina nuestra Se?ora en mi carta de veinte y
uno de Octubre que dej? escrita en Consuegra, he enviado a sus Reales
manos la umilde suplica que V. S. ver? por la adjunta copia para que
se sirua de mandar salga luego de estos Reinos el Padre Everardo; y
aunque f?o de la suma prudenzia de Su Magestad que conociendo el
celo y desinter?s con que me muebo a este empe?o y determinazion y
que a nadie le va mas en su logro, despues del Rey nuestro Se?or que'
a Su Magestad mesura se dignara de condescender benignamente con
lo que se le suplica no dando oydos a los perniciosos consejos de dicho
,Padre; con todo eso considerando quan atendidas seran de Su Mages
tad las representaziones de V. S. y deseando mas que la propia vida