124 Dolel?n de la Real ,kcademia Gallega
por acaso, hubiera cultivado con igual fortuna?cosa no f?cil?la can
ci?n del mar y la de la monta?a.
El ms. trecentista de Mart?n Codax y los textos quinentistas de los
CancionerOs romanos nos han trasmitido las Siete C?ntigas Codacianas
que quedan transcriptas. Si este n?mero representa la serie total de la
producci?n po?tica de Codax, lo ignoro. Lo que sabernos todos, es que
una parte de nuestro tesoro l?rico de la Edad Media, se ha perdido.
Muchos Cancioneros particulares que entraron en el C V, el C 93 y el da
Ajuda no se completan sino con dos o con las tres de esas compilaciones.
A??dase que en varias de las Cantigas llegadas a nosotros hay alusiones
a otras que no conocernos hoy.
Pero el Sr. Vindel, impresionado. por el n?mero septenario de las
Cantigas de Codax, dice que el trovador de Vigo ha rendido culto, con
ese n?tnero, a la costumbre de su ?poca, que es la de las Siete Notas
Musicales, las Siete Partidas de Alfonso el Sabio, etc.
La Sra. Micha?lis de Vasconcellos, que se ha fijado en este punto, no
cree en la intencionalidad del n?mero septenario de las Cantigas Coda
darlas. Conjeturas como las que se basan en el n?mero Siete, se han ba
sado sobre otros muchos n?meros, el Uno, por ejemplo, el Tres, etc.
B.?Cuando nuestro Teodosio Vesteiro Torres, en El Heraldo Ga
llego de 7 de Junio de 1876, di? a conocer, el primero .entre nosotros,
las .Cantigas Codacianas?seg?n queda expuesto en la Nota I.a del
par?grafo III?ya apunt?, en el estudio cr?tico con que las glosaba, la
idea de que las Siete Cantigas deb?an considerarse como una sola, por ser
uno el asunto de todas ellas.
Esta idea debi? inspirar al Sr. Vindel?o a su colaborador el se?or
Said Armesto, conocedor del trabajo de Vesteiro?el subt?tulo de poema
musical, que puso en la portada de su edici?n del pergamino trecentista
codaciano (1).
Contra esa afirmaci?n de la unidad del Poema de Mart?n Codax,
vu?lvese la Sra. Micha?lis de Vasconcellos, diciendo (.1 prop?sito de Mar
t?m Codax) que las Cantigas se refieren a ?escenas aisladas y no de evolu
ci?n progresiva; a episodios de la vida de una muchacha, que viv?a cerca
de Vigo, y simult?neamente de la del juglar?.
A mi juicio est? equivocada la ilustre romanista portuguesa. Creo,
con Vesteiro Torres, que las Cantigas Codacianas, consideradas?como
aqu? se consideran?desde el punto de vista literario, est?n trabadas por
estrech?sima unidad tem?tica que, en rigurosa gradaci?n, se desenvuelve
progresivamente a trav?s de las siete, como si en efecto, se propusiera el
trovador componer un peque?o poema. Ni esto ser?a una singularidad de
?