Dolel?a de la Real "\cademia Gallega 123
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? IV
1.? Del n?mero de las Cantigas Codacianas y de su conexi?n
y unidad ideol?gica
A.?F. A. de Varnhagen (Cancioneirinho...) supone que Mart?n Co
dax, o Mart?n de Vigo, como ?l dice, compuso no s?lo las siete Cantigas
que bajo la r?brica de Codax est?n coleccionadas en el C V y en el C
pero tambi?n las ocho que preceden a aquellas en los mismos Cancione
ros, y tienen la r?brica Mart?n de Giko (= Giinzo, supuesta una tilde
sobre la segunda i, que es probable estar?a en el original); porque Varn
hagen ley?, en vez de Giko, Biko, como otros cr?ticos leyeron Nebrko y
Nebrka (Cat?logo Colocciano en el C XXII, y Monaci), Frayson y
Ginl? (Braga), Gu?o, Grij?, Gij?n y Gin0 (Micha?lis de Vasconcellos);
y Biko, para Varnhagen era Bigo= Vigo.
Monaci (C V, p?g. 453), pregunta, por su parte, si Mart?n de Giko
o de Nebrio ?? tutt' uno con Mart?n Codax?.
Vesteiro acu?stase tambi?n a la duda de Monaci.
Braga, seg?n Vesteiro, vacil? igualmente en la identificaci?n de es
tos dos trovadores.
Pero si bien se considera no es posible referir a un mismo trovador
las C?ntigas de Codax y las de Giinzo. Aunque unas y otras son Canti
gas de amigo, y coinciden en m?s de un lugar com?n (que lo son asimismo
para otros muchos trovadores, plebeyos o arist?cratas, devotos de la musa
popular), en los galleguismos treides, irmana, etc., lo cual prueba la vecin
dad y contemporaneidad de sus autores, o mejor, acaso, la dependencia de
uno respecto del otro, basta notar: que la escena de las Cantigas de Codax
es la iglesia y el mar de Vigo; la de las de Giinzo la hermita de Santa
Cecilia de Soveral;.que el protagonista de Codax es soldado de mar, y el
de Giinzo de tierra, pues marcha al fosado; que la situac??n de la Ena
morada de las C?ntigas Codacianas, sin guarda ninguna, es opuesta a la
de la Enamorada de las Cantigas Giincianas, que se queja a su madre:
ea me gardades a noit' e o dia;
que el uno compone marinas, y el otro montesinas, nada m?s; por ?ltimo?
y esto es lo m?s importante?, que tiene Codax un arte distinto del de
Giinzo, otro verso m?s numeroso, otro ritmo m?s musical, otro senti
miento m?s espont?neo e ing?nuo, otra dulzura mas fascinadora y suges
tiva; y esto personaliza inconfundiblemente a cualquier poeta, aunque,