Sp?p.
1 E3 0 L T N
DE ,LA
REAL ACADEMIA GALLEGA
'A?o Ix Coru a 1.? de Octubre de 1914 N?m.86
VICTOR SAID ARMESTO (1)
Qu?? Todav?a uno m?s, y ha de ser este, mi queridisimo, mi inot .,
vidable Victor? Qu? hemos hecho al cielo para qtte asi nos hiera con ;
tan profundas heridas? Y porque he de ser yo, quien al borde ya de
mi sepultura, haya de sufrir la p?rdida, de cuantos parten hacia lo des
conocido, en lo mejor de la.vida,' en los momentos mismos en que los
`? resplandores de la gloria alcanzada, van iluminando su porvenir?
Soy, en este amargu?simo trance, de los que apuran los ?ltimos:
sorbos de su, c?liz. Soy de los que vieron dar al pobre muerto sus pri
f ; meros pasos en la vida, y en oir los primeros aplausos que le han`
acompa?ado en su breve. paso por la tierra. Soy tambi?n de los que
s conociendo su glorioso abolengo, le alent?bamos en aquellas superio
res empresas, en que ten?a ?l puesto el pi?'y todo su amor a Galicia, y
asimismo cuantos laurelesiba conquistando en su honor.
Conoci?ndote, mi de`sventurado Victor, sabiendo cuanto val??s y
cuantos triunfos para el pals podia esperarse de t? y de tu obra, era
para m? claro conro el sol, que te esperaban los m?s afortunados desti
nos y que a orillas del patrio L?rez, vivir?a para siempre tu esclarecida
memoria, y para tu ciudad natal ser?as uno de sus hijos m?s gloriosos.
A pesar de ello, la fatalidad te hab?a se?alado con su dedo.
1 ' Eras uno m?s de los, que en las grandes familias, deb?a pagar I 2
,r,. deudas de los suyos. No pod?as escapar a esa siniestra expiaci?n, y
caiste, cuando tanto se esperaba de t?. Abri?ronse ante ti las puertas
de la muerte y tus sue?os de gloria se disiparon en las sombras que la
(1) Por falta material de tiempo no podemos dar en este n?mero el retrato de
nuestro querido y rnalogrado amigo y compariero. Lo haremos en el pr?iimo;