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ijolet?n de la Real "lcademia 6allega 189
M EMOR I A
leida por el Secretario en l? Sesi?n Ordinaria del 13 de Diciembre de 1909
celebrada en Santiago
SE?ORES AcADI mcos:.
Viv?sima satisfacci?n experiment? hoy esta Junta de Gobierno, y
con ella toda la Real Academia Gallega, per corresponderle celebrar ,
la sesi?n reglamentaria del presente a?o en esta ilustre Ciudad, cuna
del saber gallego y de tantos y tantos hijos eminentes que son gloria
y orgullo leg?timos de esta bendita tierra de Galicia. Sea, pues, nues,
tro primer saludo para la poblaci?n veneranda y para lo que en ella
significa y representa el progreso y engrandecimiento regional.
Y esta satisfacci?n, que todos compartimos hoy, vienen ? amen
guarla, como contrastes naturales de la vida, tristes recuerdos. Son
estos las p?rdidas dolorosas experimentadas por In Real Academia en
el transcurso del a?o. Como si fueran pocas las acaecidas desde su fun
daci?n, por la muerte de prestigiosos rniembros, s?manse estos dias las
de ilustres y queridos compa?eros. Tenemos que llorar, desaparecidos
para siempre, ? los Acad?micos Sres. D. Salvador Golpe, D. Jos? Ogea
y D. Segundo Moreno B?rcia.
Ellos han pagado ya su tributo ? la muerte; pero si nos abandona
ron no han desertado: su recuerdo perdurar? mientras vivamos y su
ejempio y ense?anzas nos daran alientos y energias para continuer la
noble empresa por ellos iniciada y en la que perseveraremos como jus
to homenaje ? su memoria. La Junta de Gobierno cumpli? con su de
ber testimoniando ? las respetables familias de muertos tan queridos,
en nombre propio y en el detodos y cada uno de vosotros cuanto fu?
y cuanto sigue siendo nuestro dolor.
No por eso nuestra fe en la obra comenzada desmayar?. En el
moderno resurgir de Galicia, del que son gallardas muestras las Expo
, s?ciones y otros solemnes actos que acaban de celebrarse en esta ciudad
hermana, es preciso ilamar con mano fuerte al alma colectiva de la pa
tria para que resucite vigorosa sino queremos que Galicia siga siendo
un pueblo muerto. No desconfiemos de nuestras fuerzas ni de nuestro
valimiento. B?stenos querer para poder conseguir. Ejemplo tenemos en
la Real Academia Gallega, intentada crear varias veces y reputada com?
imposible, para lograr al fin su feliz realizaci?n por un solo acto de vo