146 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
por una secuela de investigaciones topon?micas,, infundidas por el mismo
car?cter cient?fico, qne junto con ,algunas ,excavaciones arqueol?gicas es
clarecer?an much?simo el panorama protohist?rico gallego.
LUIS ' MONTEAGUDO.
LEAL INSUA, Francisco: Pastor D?az, Pr?ncipe del Romanticismo. ? Lugo, Ta
lleres Gr?ficos de Gerardo Castro, W43.? 346 p?gs. + 1 hoja de colof?n, ,
con varios grabados (17'5 X 12'2 cm.).
Afirma el ilustre pensador D. Jos?. Ortega Gasset que ser sincero no
consiste en decir todo lo que uno siente, ya que . a;, veces no ser?a pruri
dente ni discreto decirlo, sino simplemente en procurar que lo que se dice
ci?ndola nuestra,' vamos a decir algo del libro titulado ?Pastlor D?az,
Pr?ncipe del Romanticismo? que no ha rucho public? el . conocido escritor
yacad?mico Sr. Leal Insua.
Treinta y tantas cap?tulos componen el libro en cuesti?n y de ellos,
como puede verse, son los menas los propiamente dedicados a evocar la
vida, no por breve y malograda menos rica'. en :accidentes y en frutos al
tamente estimables, del ilustre hijo de Vivero. Llevado :quiz? , de un muy
intenso y desde luego plausible afecto, hacia su pueblo, el biografiador
ha dejado que su pluma trace p?ginas y ,m?sP?ginas rememorando cos
tumbres, ,an?cdotas y tipos vivarienses, olvid?ndose un poco de aquello
que la fidelidad al t?tulo de la obra hac?a esperar fuese tratado con m?s
extensi?n : y detalle. Y no lo ha hecho ciertamente, a nuestro, juicio,
como muy bien pudiera alegarse, para fijar el ambiente local en que el
eximio pol?grafo gallego recibi? ` sus primeras impresiones, aquellas .im
presiones pr?stinas que tanto hab?an de influir en el moldeamiento de , su
esp?ritu y qwe tan 'decisivo influjo ejercieron posteriormente en su ,modo
de hacer. No pudo haberlo hecho por esto toda vez que el ambiente pue
blerino retratado, por cierto que muy felizmente, por el autor del libro,
por, no ser el vivido por Pastor D?az, no es ya tan siquiera el vivido
durante su adolescencia por un nacido en Vivero que haya traspuesto aquel
momento que el aragon?s Graci?n llamaba de ?var?n en su punto?, o sea
los' cuarenta .arios.
Como decimos antes, Leal Insua sentir?a la tentaci?n de sumergirse,
sumersi?n bien leg?tima sin duda .alguna, en la evocaci?n de figuras y es
cenas vivarienses movido por esa espiritual satisfacci?n que produce la
evocaci?n de sucesos y hechas pasados de los cuales nosotros hemos sido
copart?cipes, y por cuya evocaci?n; al ser recreados, produgen? en nosotros
como un acariciador revivir que haci?ndonos olvidar las durezas del mo
mento nos retrotraen ' a instantes, ya pasaados que no pueden olvidarse Y
cuyo recuerdo ba?a nuestro esp?ritu con una agridulce jovialidad que to
nifica y conforta. Por esto, (s?lo por esto es como nosotros podemos expli
carnos el motivo de que en la meritoria obra de Leal Insua el tema local
haya absorbida al tema capital dej?ndolo capitidisminuida.,
Con el material empleado en ?Pastor D?az, Pr?ncipe del Romanticis
.