MARTIN SARMIENTO, BIBLI?GRAFO
Por Jes?s Tob?o Fern?ndez
Monje benedictino de gran virtud, de vocaci?n honda, since
ra, temprana, el Padre Sarmiento dedic? su vida al rezo y al
trabajo intelectual. Lector curioso, apasionado, tenaz. Como mu
chos sabios de la antig?edad que se?ala Valerio M?ximo en el
libro VIII, cap?tulo VII de sus "Hechos y dichos memorables",
s?lo el t?rmino de su vida fue el final de sus estudios. Su furor
de estudioso no conoc?a l?mites, porque adonde no llegaba con sus
conocimientos formales llegaba con su buen sentido, insaciable
su apetencia de saber y su deseo de contribuir al bien com?n. Su
obra es maravillosa expresi?n de una constante agitaci?n en bus
ca del saber. Sent?a el gaudium intellectus. Y los frutos no son
parvos, aunque exento de toda vanagloria como virtuoso benito
no buscase publicar sus escritos, p?ginas dispersas en bibliotecas
y archivos. En manuscritos yacen a?n muchas de sus obras,
mayores y menores.
Con acento de vehemente sinceridad nos manifiesta: "Como
cat?lico que soy, he cautivado siempre, y cautivar?, mi enten
dimiento in obsequium fidei. Como religioso, libremente he su
jetado, desde mi ni?ez, mi voluntad y conducta a mis leg?timos
superiores; y como monje me ha costado poco el vivir s?lo, reti
rado y abstra?do de todo humano comercio civil, pol?tico y lite
rario" 1.
En un momento ya avanzado de su vida haciendo balance
r?pido (podr?a decir como el cl?sico latino "no me arrepiento
de haber vivido"), escribe: "Voy caminando para el a?o 64 de
mi edad, ocupados los cincuenta en leer, estudiar y escribir".
Fray Mart?n Sarmiento. Su autobiograf?a. ("Bolet?n de la Comisi?n de Mo
numentos de la Provincia de Orense", tomo VII).