ESTUDIO ACTUALIZADO DE LOS CASTROS
DE SOBRADO DE LOS MONJES
Por ANTONIO R?O L?PEZ
Al comenzar este an?lisis individualizado de cada castro de
Sobrado, considerado separadamente del resto de los existentes,
Cumple ofrecer al lector una breve rese?a acerca del proceso a
seguir para dicha catalogaci?n. A simple vista, o quiz? a los
poco iniciados, pueda darnos la impresi?n de que todos los cas
tras son m?s o menos iguales: emplazamientos encumbrados,
tipo de defensas semejantes, puertas de acceso de similares pro
porciones y hasta su tama?o puede ofrecerse com?n a la in
mensa mayor?a de ellos. Sin embargo, a medida que nos aden
tramos en una observaci?n m?s exhaustiva, nos iremos dando
cuenta de que esa aparente similitud se difumina en ocasiones,
aunque no llegue del todo a desaparecer.
Incluso surgen coincidencias, tan s?lo con muy ligeras va
riantes, en aspectos como el folklore, esas reminiscencias que
aun perduran entre las gentes pr?ximas al castro, transmitidas
oralmente de generaci?n en generaci?n y que hemos podido re
ccgor muy desvirtuadas unas veces o con buena dosis m?tica en
Otras; atribuidas casi siempre a "os mouros" y nunca o en muy
raras ocasiones a esos otros moradores: los celtas y romanos,
ra?s lejanos en el tiempo y por ello tambi?n m?s sumidos en la
penumbra del olvido.
Un sin fin de leyendas, creencias o encantamientos pesan
sobre la mayor?a de los castros que nos ocupan, aunque circuns
tancias como el aislamiento del monumento, la emigraci?n en
el ?rea circundante o la falta de pureza transmisora hagan que
en alguno de ellos apenas logr?ramos recogerlo.
5 En s?ntesis la organizaci?n del trabajo va a consumir los si
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