?
3oljolel?n de la Real Academia Gallega
a laluz de la vida, por la que piadosa guarda en su suelo adorable las
venerandas cenizas de nuestros progenitores; por esa Galicia de nuestras
ansias y de nuestras puras afecciones; por la que es sepulcro santo de
Santiago Ap?stol, cuna heroica de M?ndez N??ez y Mar?a Pita, cuna
ilustre del Padre Feij?o y Concepci?n Arenal, cuna amorosa de nuestra
sin par Rosal?a (Aplausos); por esa Suiza espa?ola en la que Natura
derram? a porf?a sus m?s ricas y esplendentes galas; donde el susurrar
de la brisa, el murmullo de sus bosques, el rugir de su mar impetuoso,
el beso de las ondas a sus playas dilatadas, la placidez serena de sus
r?os, el panorama incomparable de sus campos, el trinar de los ruise?o
res, las melod?as de sus cantos populares, el t?pico alal?a, las notas que
a la lejan?a transmite la gaita gemidora, la dulzura de su fala, la belleza .
peregrina de sus mujeres, todo, en fin, cuanto produce la emoci?n est?
tica, la presente a nuestros ojos cual regi?n paradis?aca; por esa nuestra
Galicia, que al evocar su recuerdo..... nos arranca, como un hondo sus
piro, como una eterna plegaria, como un himno santo aquel eco que
se pierde en la noche de los tiempos y que cautiva el alma galiciana,
Airi?os, airi?os, aires,
He dicho. Airi?os da nosa terra...
(Nutridos y prolongados aplausos. El orador es muy felicitado por
sus amigos, comprovincianos y representantes de la prensa).
LA ISLA DE CORTEGADA
H?blase a cada momento de la inconstancia de las cosas humanas
y de la mano invisible que abate o sublima; y en verdad, cuando se
estudia el pasado, se ve bien pronto que la lecci?n es manifiesta, que
nadie est? seguro de nada, que todo depende de un momento, y que el
hombre, como cuanto es suyo, se halla entregado a lo imprevisto. La
ciencia popular ha dicho entre nosotros:
? De c?n en c?n anos
De reises s?en villanos,
E de rento a seis
De villanos s?en re?s,