ljoletin de la Real yicademia Gallega 267
hilar y tejer el lino cosechado en sus propiedades. ?Edificante y loable
costumbre, merced a la cual, se?oras de esclarecida prosapia no desde?a
ban descalzar el perfumado guante y mover con la delicada mano el huso
y la lanzadera, ganosas de subvenir, con su trabajo, a las necesidades y
menesteres que originan, en ocasiones, las ?ventualidades de la vida do
m?stica!' Hoy la educaci?n que se procura a las damas espa?olas ha
tomado otras direcciones, de m?s aparente brillo acaso, pero de menos
resultados pr?cticos.
Las telas de lienzo elaboradas en Vivero, se anunciaban en los cen
tros de consumo con las gr?ficas palabras lienzosviveros, las cuales con
cluyeron por ser tan sugestivas que decid?an a los compradores a prefe
rirlas a las de los dem?s pueblos. Se las emplea aun hoy como un reclamo
en Castilla, para vender a incautos, lienzos que no son de Vivero ni aun
gallegos.
Puede decirse que ha desaparecido la industria lencera como indus
tria casera, a pesar de haber imperado en casi toda Galicia, especialmente
en Vivero, Ribadeo, Padr?n y la Coru?a. Fuera de alguna que otra aldea
y entre la gente del campo, donde la tradici?n suele echar ra?ces m?s
hondas, ya no se acomete la elaboraci?n de lienzos bajo la forma patriar
cal en que antes se realizaba. Hoy la fabricaci?n, la grande industria, ha
matado la peque?a.
JOS? ANT.? PARGA SANJURJO.
Vivero, Febrero de 1909.
UN SANTIAGU?S ILUSTRE
Fu? aquella gran ?revoluci?n de Espa?a? ocasi?n solemne de m?l
tiples acciones heroicas; no menos lo fu? de descubrimiento de hombres
ilustres, que, a no ser por aquellos sucesos, quiz?s no hubieran brillado
en su tiempo, ni, desde luego, hubieran pasado con honor a la posteridad.
Entonces se revelaron aquellas almas en?rgicas y rectas que hablan de
darnos una Constituci?n liberal a principios del siglo xix, y que nos
proporcionaron despu?s, en la tercera d?cada de la misma centuria, mo
tivos de admiraci?n y de reconocimiento por su defensa ac?rrima, viril,
de los principios antiabsolutistas.
Don Jos? Camino y Losada, abogado de la Real Audiencia de Gali
cia, era uno de aquellos varones rectos e ilustres.
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