[18 Do let( n de la Real 5tcademia.Gallega.
MENSAJE DE LA ACADEMIA
No con el presente mensaje de felicitaci?n, ni con palabras m?s
? menos elocuentes, quisi?ramos hoy pagar la dei da degratitud que
la Real Academia Gallega, hija de vuestro amor al suelo natal, tiene
contraida con la Asociaci?n Proteutora, ? la cual debe su creaoi?n y
principal sostenimiento, Mas, ni puede hacerse otra cosa, ni vosotros
ansiais alabanzas, ni necesitais pruebas de nuestro . reconocimiento.
Harto sab?is que ? su hora,.respondimos al afecto que nos demostras
teis, aceptando los deseos y.la ofrenda con que coronasteis vuestra
obra. Forzosu era que asi se hiciese, sinti?ndonos orgallosos de ver ?
que la Colonia Gallega de Cuba?noble, espont?nea, generosamente
comprendiendo la necesidad que en Galicia teniamos de una Corpora
chin de la indole de la que hab?is creado, se adelantase ? satisfacerla,
sin reparar en sacrificios, pouiendo en ello todo su amor, y toda su
confianza en aquellos que sabr?n cumplir sin desfallecimiento, los de
beres que les impone el amor quo sienten por las prosperidades de
nuestra regi?n?
Al hacerlo asi, no as habeis equivocado confiando que el levanta
do .y generoso esfuerzo que Galicia os dsbe, no habia de ser defrau
dado, nipor falta de los auxilios materiales quo la prornetisteis, ni
menos de.los intelectuales, que ?uantos comulgan en el amor de la
patria gallega, deben prestarla. Y pues con vuestros auxilios ayudais
esta obra de necesaria reparaci?n, lamentable seria, que no correspon
diese ? ello, dejando perder el impulso que gracias ? los sacrifieios
'quo os habeis impuesto, vino ? despertar los dormidos espiritus y lle
varnos al deseado estudio y mejor conocimiento de nuestro idioma.
Tal es vuestra obra. Complaceros en ella, pues todo faeilitasteis
el dia que oon generoso impulso creasteis la Asooiaci?n Protectora, y
con ella la Real Academia Gallega, en cuyo nombre os hablo. Des
graciadamente, vuestros esfuerzos y los nuestros tambi?n, tropezaron
en la roca de la general indiferencia que hoy no devora y pone muro
infranqueable entre el entusiasmo de los unos y is frialdad de ague
llos ? quienes nada contents. Forzoso nos fu?, por lo mismo, arrostrar
los inconvenientes, de que'como agudas ospinas, siembran el camino
que estas ?lases de corporaciones se ven obligadas ? recorrer en sus
comienzos, contra los esterlies, contra los soberbios y los osados, y
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