148 3olet?n de la Real "kcadernia Gallega
GOMEZ P?REZ DAS MARINAS Y SUS DESCENDIENTES
(APUNTES HIST?RICOS Y GENEALOGICOS)
(Continuaci?n)
?Este Conde' de Altamira?dice Da Ponte?es gran se?or en Ga
licia, al tiempo no le hay mayor despu?s del que fuere Conde de noble l Le
mos?: y m?s adelante: ?Este Conde D. Lope es oble y magn?fico en
toda cosa.? 'Pues a pesar de tanta nobleza, encontramos en su vida un
hecho que le honra bien poco, y por el cual, si se tratase de otro que
no fuese el Conde de Altamira, hubiera sido rigurosamente castigado.
Nos referimos a la protecci?n que, vali?ndose de sus grandes in
fluencias, dispens? siempre a su cu?ado D. Pedro Alvarez de Sotoma
yor, y a la complicidad con ?ste, en la falsificaci?n de varios privile
gios reales y otros documentos p?blicos.
Sabido es que D. Pedro, fu? uno de los m?s odiosos criminales de
que hay memoria en Galicia. Mand? dar muerte a su propia madre,
? rob?ndola despu?s. Por este atroz delito, adem?s de haberle sido con
fiscados todos sus bienes, fu? condenado a ser arrastrado y descuarti
zado y a que sus cuartos fuesen colgados en los lugares p?blicos de la
poblaci?n en donde fuese ejebutado. Pudo refugiarse en Portugal, y
mientras tanto sus valedores consiguieron su indulto, volviendo don
Pedro a la posesi?n de sus tierras, excepto algunas, que, con la fortaleza
de Sotomayor, se adjudicaron a su mujer D.a Urraca de 1Vioscoso.
Otra vez en Galicia, D. Pedro, confiado en el poder del Conde de
? Altamira, continu? en sus acostumbradas fechor?as, dedic?ndose al
mismo tiempo, a falsificar en su favor, en el del Conde, y en el de
? otros grandes se?ores, toda clase de escrituras. Le ayudaban en esta
tarea, varios de sus familiares, y entre ellos un religioso y un caballe
ro llamado D. Diego de Gorbal?n. En este feo negoci? estaba tambi?n
complicado el Conde, que encubr?a y auxiliaba a D. Pedro 'y a sus se
cuaces, en dichas falsificaciones.
Estos sucesos, la impunidad de que D. Pedro gozaba, y la conduc
ta del Conde de Altamira Amparando a un foragido y honr?ndole con
cargos tan importantes como el el de Lugarteniente de los ej?rcitos,
que como Capit?n General, ten?a el Conde bajo su mando, en Italia, a
donde hab?a hu?do D. Pedro, produjeron tan tremendo esc?ndalo en