326 bolet?n de la Real flcadenlia Gallega
UN EPISODIO DE NUESTRA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA
? A la buena amistad con que nos honr?, hall?ndonos en Caldas de
Reyes, el Coronel retirado Sr. Suazo, que ten?a su residencia en dicha
poblaci?n,. debimos la importante nota con que nos favoreci?, hall?n
dose ya tan distinguido militar en los ?ltimos anos de su vida, bien
llena, por cierto, de los her?icos recuerdos que la ilustraron, pues siendo
uno de los que al iniciarse la guerra de la Independencia, se hallaba
ya formando parte de la oficialidad del ej?rcito que entr? desde luego
a participar de las penalidades a que les llamaba la campa?a contra el
invasor.
Agrad?banos o?r, refiri?ndose a los diversos episodios y combates
a los que la suerte le llev? a intervenir, la animada narraci?n del viejo
militar, quien, a su vez, nos' mostraba su sencillo agradecimiento por la
atenci?n con que le escuch?bamos, dando a entender que nuestra curio.
sidad le hac?a revivir en sus recuerdos, confi?ndolos a quien mostraba
serles tan interesantes.
Entre tantos sucesos como nos refiri? entonces, el que m?s logr?,
interesarnos por entrar por entero en la historia de nuestro pa?s, fue
el episodio referente al encuentro de las fuerzas enemigas que presen
taron batalla, denominada de las Galanas, cerca de Santiago, episodio
que nos refiri? con verdadero calor e importantes detalles. No fiando
de nuestra memoria y para no perder tan grata ocasi?n de conservar
la relaci?n del citado movimiento, le rogamos consignase por escrito
cuanto del asunto recordase, y en su bondad, el viejo soldado, cuando
ya ni el pulso le permit?a hacerlo con facilidad, nos consagr? unos
momentos redactando la siguiente nota en que cuenta todo ello al
modo militar, breve s?, pero con la mayor exactitud y sin olvidar
detalle: (1)
(i) Aun cuando en diverso lugar y trabajo, hemos utilizado parte de la nota con que nos
honr? su amistad, no queriendo privar a los lectores del BoLazfx del exacto conocimiento de
tan importante encuentro,, la damos ?ntegra a las cajas, para que se conserve su narraci?n
como un grato y merecido recuerdo de nuestro buen amigo Sr. Suazo, quien, como inciden
talmente lo consigna, hab?a nacido en la ciudad compostelana y en ella ten?a la residencia
su noble y distinguida, familia. Una vez retirado, y habiendo tenido hartas molestias por sus
sentimientos liberales, hall? su paz en Caldas de Reyes, donde recibi? sepultura.