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gr? a su pals toda su gran inteligencia, pudo haber sido la causa del
traslado de Pazos y la de la publicaci?n del Bolet?n, pues los Jibe
rales gallegos por efecto de la efervescencia de las pasiones pol?ti
cas para propagar y sostener sus ideates, llevaron imprentas a los
puntos donde juzgaron m?s adecuados para sus fines.
Por eso las establecieron en Orense, Vigo y Ferrol, pues aun
cuando en este ?ltimo punto la hubiese en 1804 para atender a las
necesidades de la Marina, tuvo qule pasar a La Coruna por Calla de
trabajo en la ciudad departamental, en 1806.
VI
El Sr. Boado S?nchez, que tanta parte activ?sima tomara en el
Alzamiento Constitucional de la Coruna en 1820 y de cuya Junta
de Galicia, creada a ra?z del movimiento, fuera miembro, tuvo as?
mismo suma intervenci?n en los sucesos de 1823 y sali? de la ciu
dad orensana en ? 10 de Agosto de dicho a?o, con la columna de
tropas y nacionales que llev? en su retirada el general Rosell?.
Emigrado en Oporto, al regresar a su tierra pereci? Boado
Sanchez en el incendio que sufri? la nave que le conduc?a, desapa
reciendo con ?l los importantes manuscritos, debidos a su laboriosi
dad y a sus ratos de ocio, durante estuvo en el destierro.
VII
De las prensas de Pazos, sale?i a luz: Informe legal g demos
traci?n jur?dica del derecho que asiste al Lic. Jos? Rodriguez Su?
rez Placer, abogado de los ?onsejos Nacionales, natural del luga'r
y coto de Alboredo del Cumi en el partido y obispado de Orense,
en el pleito de demanda que pende en la Audiencia provincial de
Galicia con el Iltmo. Sr. D. Felipe Gil de Taboada, conde de Ta
boada, etc., etc., sobre libertad de varias rentas g posesiones en el
coto de Reboredo, a?o 1820.
A f orismos de Hip?crates, en lat?n y castellano, por el doctor
Herrera, en 1821; y
Di?logo entre dos labradores gallegos afligidos g un abogado
instru?do, despreocupado g compasivo. Cuaderno primero al cual
seguir? el segundo, etc., etc., obra muy notable escrita en gallego
y castellano. Fecha este trabajo el Sr. Boado, en 2 de Junio de 1823,
y es muy raro, pues tan s?lo se repartieron contados ejemplares
por efecto de las circunstancias. La segunda edici?n por el mismo
Pazos, fu? en 8.o, en 1841, como se ver? m?s adelante.