236 Bolet?n de ta Real ytcademia Gallega
No hac?a dos meses que para reponer sus fuerzas, para buscar la
paz necesaria y ? su amparo proseguir los trabajos, con que so?aba, ?
vino ? Galicia en busca de un apacible rinc?n en que poner su nido,
pues en estas orillas del mar y en estos campos risue?os, pensaba gozar
la paz de sus mejores arios; cuando de golpe, con el anuncio de su mal,
llega ? toda prisa la noticia de su muerte.
Hab?a que oirle en el silencio de las apacibles confidencias, trazar
el cuadro que deb?an desarrollar las horas tranquilas y felices en que
esperaba. Jam?s hombre alguno habl? de la vida de amor.y de trabajo
en que pon?a todas sus esperanzas, m?s ageno de la proximidad del
fin que tan cercano de s? ten?a. La muerte llamaba ya ? sus puertas;
y bien pronto una mano hostil; barri? en un instante los sue?os en que
se complac?a, y la tierra recogi? los restos del sin fortuna.
Que momento tan terrible para el pobre! que ca?da tan profunda!
que alejamiento m?s doloroso! que muerte m?s inesperada! Pocos d?as
antes de su tr?nsito, recibimos una felicitaci?n suya, breve, animosa,
llena de cari?o para quien recuerda con inmensa pena, que con Cani
trot, perdi? nuestro pa?s un gran escritor, y los que le quer?amos. un
alma ing?nua y un amigo leal. Sin duda cuando trazaba aquellas l?neas
en que se mostraba tan confiado, no sospechaba siquiera cuan pocos
d?as le quedaban.
Hasta cuando Se?or, hasta cuando Galicia, esta afligida madre, ha
de soportar los rudos golpes que inexorable descargada muerte en los
mejores de sus hijos! Viven las almas fr?as, los que la soberbia ali
menta y la envidia corroe, viven los mediocres en cuyo coraz?n solo
tiene asiento la vanidad y el egoismo, y en cambio parten doloridos los
que tienen derecho ? vivir y reinar en el amor de los suyos. ?Pobre
Galicia! si este es tu destino, cuan amargo destino el tuyo, que cruel,
que terrible iron?a encierra tan gran desventura, para cuantos llenos de,
tu amor, dirijen sus velas al mar del mundo sin l?mites, como las aguas
que te cercan, confiados en que el cielo les ha de llevar ? puerto, y ya
antes de partir les traga una sepultura ignorada en la soledad de las
playas lejanas! MANUEL MuRoU?A.
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