IO BOLET?N DE LA ACADEMIA dALLEGA
una forma as?, no podr? tomarse como base de clasificaci?n y
caracter?stica de un determinado per?odo. Del mismo modo que
una especie animal que se adapte a todos los climas, no pod,emoLs
ponerlo por representante de un clima determinado.
Y que el pico hallado en la citania del Teclia no fu? confec
cionado en tiempos paleo.l?t.icos, lo demuestra el hecho de quc para
ello se utiliz? corno materia prima, una t?pica hacha neol?tica
de fibrolita bru?ida.
Es decir, que en la cultura de los castros, todav?a se hac?an
picos asturienses.
Este hecho se debe tener muy en cuenta para la tan discutida
cuesti?n del Asturiense, como per?odo prehist?rico.
J. CARBALLO
Museo Prehist?rico. ? Santander
DE MONETARIA GALLEGA
FUNDACI?N DE LA F4BRICA DE MONEDA DE JUBIA
Y NOTICIA DE SUS ACU?ACIONES
PRECEDIDA DE UN BREVE RECUENTO DE OTRAS ZECAS DE GALICIA
Desde el siglo vi, en que el Arzobispo hispalense, San Isidoro,
ech? con sus escritos los cimientos de la ciencia de la medall.a.,
una de las m?s necesarias en el estudio de la historia y del .art;
hombres eruditos se han dedicado en todos los pa?ses al cultivo
de tan ?til como dif?cil disciplina.
Por lo que a nuestra patria se refiere, aparte de l?s trabajos
que aquel sabio Prelado nos leg?, ya de mediados del siglo xiv
tenemos conocimiento de otros muy importantes sobre la ma
teria, resultado de las felices investigaciones de algunos cronistas
que florecieron en dicho siglo. En los xvi y siguientes aparecen
obras de suma transcendencia debidas a autores tan eminences
como Arias Montano, Covarrubias, Agustin, Lastanosa, Fl?rez, Can
tos Benitez, S?ez, Delgado, Zobel de Zangr?niz, IIeiss, Codera,