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EL FINAL DE UNA ESTIRPE 39
ambos desplazamientos tuvimos la fortuna de acompa?ar a
do?a Gala con nuestra esposa, y podemos afirmar que las ci
tadas fechas est?n se?aladas con piedra blanca en nuestro ca
lendario.
Del testamento de do?a Gala Murgu?a de Castro nos parece
indicado extraer aquellas cl?usulas que tengan inter?s p?blico.
Todas ellas, es ocioso decirlo, fueron escrupulosamente cumpli
das por su albacea, que nos toc? ser a nosotros por su gene
rosidad.
En la primera, despu?s de encomendar su alma a Dios, de
sea que no se vele su cad?ver, que se encienda la luz de la ha
bitaci?n en que se encuentre ?ste y que se ponga en sus manos
una imagen de la Virgen de la Concepci?n, de bronce, que ten?a
a la cabecera de su cama y que se le entierre con ella; que su
cad?ver sea amortajado con la misma s?bana que tenga en el
lecho en el momento de morir. Tambi?n es su voluntad que a
su entierro vayan tres sacerdotes, que el f?retro sea sencillo,
que no se admitan flores ni coronas y que su fallecimiento no
se d? a conocer hasta que est? inhumada. A los pobres de la
parroquia les deja una limosna.
En la tercera cl?usula deja los derechos de propiedad de la
obra po?tica y literaria de su madre, en la siguiente forma: los
libros "Follas Novas" y "Cantares Gallegos", al Patronato Ro
sal?a de Castro, de Santiago, para que con su producto atienda
a los fines para que fue creado. El resto de la propiedad lo deja
a la Diputaci?n Provincial de La 'Coru?a, para atender a ni?os
pobres, hu?rfanos, hijos de escritores gallegos.
En la cuarta deja los derechos de las obras de su padre
don Manuel Murgu?a "Historia de Galicia" y "Galicia" (de la
colecci?n "Espa?a". Sus monumentos y artes. 'Su naturaleza e
historia), a la Real Academia Gallega, entidad de la que aqu?l
fue su primer presidente. E resto de las obras murguianas lo
deja al Ayuntamiento de La Coru?a para atenci?n de los ni?os
gallegos enfermos de tuberculosis que el Ayuntamiento pueda
atender.
Y en la quinta deja la sepultura subterr?nea n?mero 34 del
cuarto departamento derecha del Cementerio cat?lico de La Co
ru?a, en donde reposan los restos de su padre y de sus herma