38 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
en agosto de 1942, veraneando ella con nuestra madre y nuestra
hija en Celas de Peiro, se le ocurri? subir al monte do Xalo,
para probar el agua ferruginosa que en profusi?n se ofrec?a en
diversos manantiales en las cimas. All? fuimos en compa??a de
nuestra esposa, y podemos asegurar que do?a Gala no se qued?
nunca atr?s en la ascensi?n, dura y fatigosa.
Cumplidos ya los noventa a?os la salud f?sica de do?a Gala
empez? a declinar, y entonces fue cuando acudimos a nuestro
dilecto amigo el ilustre doctor coru??s don Eduardo P?rez Her
vada, actual presidente de la Real Academia de Medicina y Ci
rug?a de Galicia para que la atendiese, como ya lo hab?a hecho
en abril de 1949 en ocasi?n de fracturarse do?a Gala el cuello
del f?mur derecho. El doctor P?rez Hervada restableci? al punto
aquella salud, hasta que, inevitablemente, lleg? a do?a Gala la
hora de la muerte. Fue con este doctor inteligent?simo, simp?
tico y humano con quien do?a Gala departi? muchas horas. El
pudiera muy bien contar tambi?n muchas cosas de ella que se
guramente se nos habr?n olvidado.
Do?a Gala no cre?a en los m?dicos; esto nos lo dijo muchas
veces y a?n hubo de repet?rselo tambi?n al doctor P?rez Her
vada en nuestra presencia. Este, con su peculiar humorismo, le
respondi? con una de sus afortunadas frases. 'Do?a Gala, sin
embargo, hubo de creer desp??s en los galenos, singularmente
en el que la atendi? con tanto cari?o en los ?ltimos a?os de
su existencia.
Don Eduardo P?rez Hervada, con ese gesto de 'generosidad
que le adorna, no s?lo tuvo siempre para do?a Gala las m?s
expresivas frases de su c?lido l?xico, sino que asimismo le ofre
ci? gratuitamente sus inapreciables servicios de m?dico. Justo
es que lo dejemos aqu? consignado, como igualmente el des
prendimiento de otro doctor coru??s, el admirable oftalm?logo
don Manuel S?nchez Salorio, otro facultativo que la atendi? en
sus postreros d?as.
Otras visitas importantes de do?a Gala fueron la que hizo
a Oporto para asistir a la inauguraci?n del monumento erigido
en aquella hermosa ciudad portuguesa, en agosto de 1954, y la
que hizo a Madrid en octubre de 1959 para estar presente en
los actos celebrados por el Centro Gallego de aquella capital
conmemorando el centenario del casamiento de sus padres. En