Dalettn de 1a Real Academia sallega ib?
esta ?ltima y para estar en lo mas cierto, debi? escribir Galicia, pues el
, zamorano Ocampo, conccia mejor nuestra tierra, que el resto de la
peninsula.
Son bastantes en estas provincias, . las rocas con insculturas. Son
menos, hasta ahora, las que conocemos con hoyos o sea de escritura
hemisf?rica. No faltan en Portugal, y en el rnismo'Discztrso de recepci?n
del Sr. M?lida, se refiere en su Contestaci?n, el ilustre P. Pita, a otras
representadas en las laminas XX y XXI, que aunque de escasa impor=
tancia, se hallaron o se conservan en Orihuela. Vence a cuantas hetnos
publicado en la segunda edici?n del tomo II de la Historic de Galicia,
que no dejan de teller su inter?s, y vence, a juzgar por su apariencia, a
cuantas boy dia conocemos, esta de Mondar?z, a la cual s?lo es compara
ble la de Cuma?n en la India. ?Qu? sorpresas nos preparan, estos y de
m?s mon?mentos amilogos si acaso se logra interpretarlos debidamente!
Ni calcular se puede.
D?jese pues al tiempo y a la sagacidad del hombre, que aclaren los
misterios que tan importantes inscripciones encierran. Otras, no diremos
tan dificiles, pero si igualmente obscuras, se ban rendido a la tenacidad
y penetraci?n de la humana sabiduria.
La roca con inscripci?n hemisf?rica, cuyo fotograbado acompa?a '
estas l?neas, se halla en el lugar de Chan da G?ndara, a un?s 45o metros
' del Balneario de Mondariz. De su importancia queda dicho lo suficiente,
ahora s?lo resta asegurar que tan pronto sea conocida del mundo sabio,
alcanzar? igual renombre que los salutif?ros manantiales de aquel Bal
neario. Facilmente se la encuentra. Saliendo del Establecimiento, por la '
carretera de Arcade' a Puenteareas, en direcci?n a la plaza de Mondariz,
se Italia la piedra en cuesti?n, at pi? de un pardir?teiro, en donde puede
contempl?rla el curioso, y donde la descubri? y comprendi? su impor
tancia un querido e inteligente amigo, hijo y sobrino de amigos con
quienes me une una amistad de rnas de cuarenta arios?toda una vida!?
amistad que extiendo a todos los suyos y en especial al. estimadisimo En
rique Peinador Lines, cuyo nombre ir? unido at notable descubrimiento
que le debe la ciencia de las antig?edades, a la que rinde tan ferviente
culto.
MANUEL MURGUIA.