132 jolel?n de la Real Ycadem ia Gallega
?respetable y despu?s podr? combinar alguna operaci?n interesante con
?la seguridad del buen ?xito....
?El Reino espera de d?a en dia recibir dinero y tropa de los ingle
?ses, que retardan los vientos contrarios, y no omitir? diligencia ni me ?
?dio posible para la necesidad de sus tropas.?
:XVI
Desgraciadamente las acertadas jladicaciones de la Junta de Galicia
no se tuvieron presente m?s adelante y el ej?rcito gallego preparado a
tanta costa por la regi?n que no escatim? hombres ni 'dinero, (r) el ej?r
cito gallego, pues, se desvaneci? como el humo, quedando asi franca la
entrada al enemigo, porque la expedici?n inglesa que esperaba la Junta,
compuesta de 14.000 hombres al mando de Sir David Baird, desembar
cando en la Coru?a (2) sali? para Astorga, donde se uni? al general
Moore y a una divisi?n esccgida del ej?rcito espa?ol de la izquierda,
mandada por el marqu?s de la Romana que no hab?an de ser bastant?s
a impedir que los franceses invadieran a Galicia.
Napole?n. Apenas terminadas las salvas, se vi? rodeado de lanchas armadas, tripuladas por
gallegos que formaban las fuerzas antes creadas cuando la guerra con Inglaterra, y que se
apoderaron del nav?o franc?s. V?ase Historia de Vigo y su conzarca, por Jost DE SANTIAGO Y
GOMEZ, Madrid, 1896, p?ginas, 490.
(I) En los peri?dicos de la ?poca selven listas de donativos, en especie y met?lico
El arzobispo de Santiago figura con 300.00o reales de pronto y I.000 diarios. El Cabildo con
un mill?n. Otros ofrecen mantener y equipar hombres, etc., etc. (*)
(2) Llegada apuerto el 13 de Octubre, desembarc? at 15. Varios historiadores dicen a;
que la Coru?a se.opuso a recibir esta expedici?n. Lejos de ser asi, la recibi? y agasaj? ex
traordinariamente, como se ye en los peri?dicos de aquellos' dias. (**) Lo sucedido fu? que
al entrar en el puerto, cuando se cre?a hubieran variado de ruta los 5.00o jinetes que llegaran
en Julio, el Concejo corufl?s por razones de patr?otismo y conveniencia nacional, que indicara
ya Sangro desde Londres, para la defensa de Espa?a, hizo presente ? la Junta Suprema los
inconveniente de una concurrencia numerosa de un ej?rcito extranjero, aim aliado, en la
regi?n. Al desembarcar insisti? el Concejo en las razones de alta pol?tica que aconsejaban
no consentirlo. La Junta no desconoci? las poderosos argumentos del Ayuntamiento, pero
era yatarde. Muchos cr?ticos militares censuran que Baird desembarcara en la Coruna en lugar
de hacerlo en Santander, como indicara el Ayuntamiento coru??s, pero cambiando las altas ra
zones de pol?tica que asi to aconsejaban, e indicando que as? tuvo que atravesar Galicia en in
vierno, como si no fuera tal estaci?n, en el camino que ten?a que recorrer desde el ` puerto
monta??s, y como si no hubiera la misma o mayor distancia a Salamanca, punto citado para
s? reutii?n con Moore.
(*) El Consulado de la Corolla di? un mill?n, receudado entre el comercio. D. Antonio Bartoli, tam
bi?n del comercio, aoo.000 reales.
('") La manutenci?n y acuastelamiento de los aliados corri? a cargo del Ayuntamiento coruii?s.
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