138 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
la pone a flor de labios cuando cantando a Vivero, dice sin
reparos:
Si a casi?a ond'eu viv?a
est? n'unha bomba fr?a,
yalta, bre?osa, deserta,
frente a frente d'a t?a r?a
qued?ime coa boca aberta...
Toda aquella tarde hablarnos de muchas cosas y observ?
en ?l una memoria prodigiosa, extraordinaria y una forma
ci?n literaria envidiable. Recitaba maravillosamente en la
t?n, franc?s y portugu?s con soltura y sentimiento. De Pas
tor D?az repet?a continuamente los ?ltimos versos de La Si
rena del Norte, y de ellos gustaba por su resonancia y tum
bo de onomatopeya.
Todos los veranos hablaba yo con don Antonio; su car?c
ter sencillo y ?humildoso? no estaba re?ido con un sano hu
morismo que, a veces, salpicaba con an?cdotas y ?latines?
siempre acertados y oportunos.
La ?ltima vez que nos vimos fu? en el lecho en que ha
b?a de entregar su alma a Dios. All? estaban algunos amigos
y giramos la conversaci?n sobre la edici?n p?stuma y defi
nitiva de sus obras. Nos confesaba que algunas composicio
nes' ser?an suprimidas porque le parec?an ardores juveniles,
hablaba Muy cristianamente de la muerte, recordaba al ami
go Leal Insua; a Trapero, a Corredoira y a sus amistades de
Lugo que preparaban el homenaje de publicaci?n. Tambi?n
all? me expres? su deseo de dedicarme una de sus composi
ciones, promesa que cumpli? al ofrecerme esta bell?sima es
trofa, toda ella vestida de sayal franciscano y tierno senti
miento:
PARA UN VERMI?O
Non me tripes, cambiante!
cousi?a insinificante, ?
Le?o un santo a meu favor
que ile chama 6 lobo errante
hirmao e representante
d'as finezas del Se?or.
Y tambi?n como hermanos nos dimos las manos aquella
tarde de vacaciones estivales ? hasta la eternidad! No volvi
mos a vernos ya m?s, pues Noriega falleci? en Vivero el 27
de Marzo de 1947 y fu? enterrado en el cementerio de la ciu