220 jolet?n de la 'Real 5cadenlia Gallega
en la parte superior. Los cortinones ten?an m?rito por su antig?edad,
pero a causa de su misma vetustez, hab?an perdido por completo el co
lor y hac?an mal efecto, por destacarse en ellos algunos remiendos (1).
Hoy admirase una alfombra elegante, rica, de buen gusto, que
cubre el pavimento de toda la capillamayor, debida a la munificencia
del Sr. D. F. Gregorio M.' Aguirre, quien durante su pontificado en la
di?cesis lucense, ha dado pruebas de, su amor y celo por los esplendo
res del culto, singularmente del culto eucar?stico.
De las muchas alhajas regaladas en el transcurso de no pocos a?os,
nada queda, s?lo se sabe por las actas capitulares que la Catedral dis
frut? de muchos privilegios, siendo pr?digos en otorgarle mercedes Pa
? pas y Reyes, las antiguas juntas del Reino y los hacendados particu
lares (2).
Los cat?licos monarcas Felipe IV, Carlos II, Felipe V y Fernan
do VI, se?al?ronse por las limosnas cuantiosas con que han contribuido
a los gastos del :templo
Tambi?n la piedad de los fieles ayudaba con sus donativos a las
escasas rentas de la Catedral, que ya en 1202 ?se resent?a a causa de
los gastos del alumbrado del Se?or., como demuestra el testamento de
Da Sancha de Rodrigo, y eso que hasta el a?o 1636 no se di? verda
dera solemnidad a este culto.
El Obispo que fu? de Lugo y Presidente del Consejo de Castilla,
D. Diego Castej?n y Fonseca, aument? notablemente el culto y regal?
una buena custodia para sustituir al viril de cristal en que se tuvo ex
puesto el Sacramento, como afirman las actas capitulares.
Por escritura otorgada. en 1.0 de Marzo de 1669, se oblig? el anti
guo Reino de Galicia a entregar todos los a?os para alumbrado del
Sacramento 1.500 ducados, que deb?an presentarse el domingo de infra
.octava del Corpus, en el Ofertorio al celebrante de la Misa, por el Re
gidor m?s antiguo de las siete ciudades del Reino; y a falta del corres
pondiente presentador, por, el regidor m?s antiguo de Lugo.
(t) Desde hace tres a?os cubren las expresadas naves, magn?ficos cortinones de ter
ciopelo granate con galones de oro, hechos a imitaci?n de los antiguos, aunque sin los escu ?
dos, donados a la iglesia por la finada dama lucense D.a Teresa Ventosinos Reboredo. El Ca
bildo hizo colocar una l?pida de m?rmol en el templo, tributando merecido homenaje a la
piedad de la donante, quien adem?s regal? una custodia para conducir el viril en la procesi?n
del Corpus.
(2) Seg?n afirma D. Jos? Mar?a Portal en un trabajo biogr?fico del Arzobispo de San
tiago, Sr. Rajoy, este ilustre hijo de Puentedeume, que hab?a pertenecido al Cabildo de Lugo,
hizo una donaci?n a nuestra Catedral de mil doblones de oro, un precioso c?liz con multitud
de esmeraldas, un magn?fico terno con seis capas de tela de plata y dos suntuosas coronas de
oro y piedras preciosas para la Virgen de los Ojos Grandes.