iolet?n de la Real "lcademia Gallega 219
el hombro, m?s de otros cien hermosos diamantes, a los cuales arranca
la luz mil chispas, y tres magn?ficas esmeraldas.
El pie del c?liz, comienzaen una orla de diamantes que alterna
con otros m?s gruesos y varias esmeraldas, hasta formar la base, levan
t?ndose sobre ella la copa y encima de . ?sta, en posici?n vertical, est?
colocada la gran r?faga con mil doscientos cincuenta y cuatro topacios,
en la cual una nube blanca circunda el viril y contraviril, formado este
?ltimo de una elegante greca, adornada de quinientos veinticuatro bri
llantes y treinta esmeraldas.
Y por ?ltimo, sirve de remate a la custodia una transparente, her
mos?sima, crucecita de oro cincelado, con profusi?n de brillantes, es
meraldas y diamantes, que sobre'. la r?faga aparenta salir de la nube.
Para construir esta custodia contribuy? el pueblo, respondiendo al
llamamiento hecho por el cabildo con la respetable cantidad de 25.000
duros en dinero, con muchas alhajas y piedras preciosas.
No quedan ya m?s alhajas importantes de que ocuparnos que acu
sen m?rito arqueol?gico o hist?rico, porque los dos buenos c?lices exis
tentes, las l?mparas que sostenidas por angelotes se ven en la capilla
mayor y alguno que otro objeto de valor que pudo salvarse del saq?eo
realizado por los franceses, apenas si consiguen atraer la atenci?n p?
blica, ni pueden reputarse como obras maestras, ni de extraordinario
m?rito.
De la ?poca actual podr?amos citar algunos importantes donativos
hechos a la Catedral, para adornos y embellecimiento del altar mayor,
?como el chapeado de plata que recubre las gradas de m?rmol del altar;
un magn?fico palio de seda filipina, art?sticamente bordado; y la l?m
para votiva que por suscripci?n popular de todo Espa?a, cuelga en la
nave central del crucero y que ni por su valor art?stico ni por el intr?n
seco, es acreedora a los elogios de la cr?tica, desdiciendo por sus gran .
des proporciones y su pesadez, del lugar que le fue designado.
En cambio son joyas de m?rito y valor las coronas de la Virgen
de los Ojos Grandes y del Ni?o, de que hemos hablado.
Tampoco en ornamentos sagrados es m?s rica la iglesia, pues los
que hasta hace poco se ten?an por merecedores de la exhibici?n para
l ,; . el forastero visitante, han sido vendidos, seg?n nuestras noticias por el
I Cabildo para poder atender con sus productos a los m?ltiples y gran
diosos dispendios originados por el culto, con la Exposici?n continua
del Sacramento.
i Otro tanto se hizo con los ricos tapices de terciopelo, granate que
i. ornaban las naves del crucero y que ostentaban bonitos escudos de oro