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4 2 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
nes de un sabio gallego de tan universal renombre, como el P. Fei
j?o, con las guirnaldas ofrendadas por los m?s significados y presti
giosos cr?ticos e investigadores de su tiempo, en Espa?a y en otras
cultas naciones, y con la suprema consagraci?n de pont?fices y reyes?
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De la amplia cultura del P. Feij?a, que revela cu?nto ha investi
gado en diversas ramas cient?ficas, y cu?nta ha sido su familiaridad
con entidades y personalidades de alto prestigio en su ?poca, se
ofrecen repetidos testimonios en los estudios que le dieron notorio
prestigio.
Ante todo. se advierte el conocimiento que tuvo de diversos idio
mas, y c?mo procur? asimilarse cuantas ense?anzas se conten?an en
? los vol?menes y revistas publicados por las academias y dem?s cor
poraciones de car?cter cient?fico, como Comptes rendues, las Misce
l?neas de la Academia Leopoldina, Memorias de Trevout, Academia
de Berl?n, Actas de Lipsia, y, sobre todo, la extraordinaria bibliograf?a
cient?fica que se produjo en lat?n y que le ha servido de fuente directa
de preparaci?n en sus investigaciones.
En resumen: el P. Feij?o ha sido reconocido en su tiempo y en
los posteriores como una autoridad en la cultura universal.
Es suficiente recordar, entre otras informaciones, la nutrida biblio
graf?a que en relaci?n con el insigne benedictino se inserta en la muy
importante obra de que se hizo referencia del Dr. Gregorio Mara??n,
Las ideas biol?gicas d31 P. Feij?o, y ?ltimamente la muy interesante
del P. Narciso P?rez, O. S. B., titulada El P. Peij?o p las Ciencias Na
turales, memoria premiada por la Real Academia de Ciencias Exac
tas, F?sicas y Naturales en el concurso ordinario de 1946, publicada
en 1948, y dedicada por el autor al Rvdo. P. Dr. D. Mauro G?mez
Pereira, abad del Real Monasterio de Samos. Gran parte de la libre
r?a particular del P. Feij?o y otras muchas obras que ?l consult?, se
encuentran actualmente en dicho monasterio, constituyendo un rico
tesoro bibliogr?fico.
Sirva el texto de cuanto queda consignado para satisfacer de mo
mento el prop?sito que ya hemos indicado de efectuar u?a simple la
bor de vulgarizaci?n de la obra del ilustre benedictino y de los elogios
que le prodigaron los sabios del mundo de la civilizaci?n.
El tema bien merecce un m?s ampl?o estudio, fortalecido por medi
tadas investigaciones.
As? se rendir? ante las nuevas generaciones debido tributo de de
voci?n a una figura cumbre de la cultura y al esclarecido pol?grafo
que enaltece el nombre de su amada Galicia.