I, BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 39
Europa toda se deleita con ?l, sino que extendi?ndose hasta los distan
) t?simos t?rminos de la Am?rica en ambos Reynos: y de la Asia, en las
Philipinas, disfrutan sus individuos el gozar de su hermosura? (1).
Entre la numerosa relaci?n de alabanzas que constituye la Apolo
, g?a de Feij?o, merece citarse el testimonio del cardenal Ouerini, ver
1 daderamente enamorado del Teatro cr?tico, a cuya lectura dedicaba
sus horas de descanso, y en carta dirigida en 30 de septiembre de
, 1750 al benedictino gallego, dedic?bale amplios encomios y a?ad?a:
t~ ?Bench? qual ultra regione por sommamente apprezarle (el Teatro
:` cr?tico) ha da ricercarsi, dopo l'elogio che di quelle ha falto la santit?
di N. S. in una dele sue sapientissime Constituzioni publ?cate l'ano
decorso.? 1
El maestro general de la Religi?n de San Benito, fray Joseph t'
k P?rez, en su nota de censura al tomo .segundo de las Cartas eruditas,
sYjustifica los elogios dedicados a la obra de Feij?o y a?ade (2) : ?des
pu?s de preconizar el ? Clar?n de la fama? con las m?s sonoras voces
de la excelencia de sus Escritos en todas las Regiones Europeas, sien
en todas las Naciones los m?s sabios los que m?s se han distinn
guido en sus alabanzas, ?qu? puede a?adir a este magn?fico grito el
sufragio de uno u otro particular? Esto debiera confundir a unos po
cos semieruditos de' baja ley a quienes la envidia indispone de tal
modo los ojos hacia el Sol, que no pueden sufrir los rayos de este
Luminar? (3).
Es sabido cu?nto signific? Feij?o como s?mbolo del europe?smo en
Espa?a, aportando a su patria vitales y fecundas semillas de la cul
tura que en su tiempo se iniciaba en Occidente.
Aparte de cu?nto ha sido el valor concedido en sus d?as a la obra
del autor del Teatro cr?tico, en Francia, y en general en los pueblos
de Europa, es de actual importancia en este sentido la obra publicada
~.' por un ilustre cr?tico franc?s, Mr. Delpy, con el t?tulo L'Rspagne et
l'esprit ,europ?e. L'Oevre de Feij?o (17251760). Bien dice uno de sus
comentaristas al afirmar que Delpy ha realizado de modo insuperable
' el estudio de engranar el significado. cultural de Feij?o en el gran me
canismo de la civilizaci?n europea... La gran preocupaci?n del monje
de Samos fu? derramar sobre la tradici?n espa?ola un roc?o de pensa t
miento universal, que entonces era exclusivamente europeo. Nadie pudo 3
abrir con m?s tacto que el que tuvo la mano de Feij?o, armada de su
pluma de ave, las ventanas de fuera para que se derramase la luz de
la civilizaci?n sobre nuestra racial hiperestesia. A la influencia del
movimiento europeizante que personifica el P. Feij?o debi?se un mo
vimielito s?bito, pero sagazmente canalizado, de la cultura espa?ola.
N,
i.
(1) D. Joseph de Elizalde. ? Madrid. ? Marzo, 8 de 1734. Tomo VI'
del Teatro cr?tico.? Cuarta impresi?n. ? Madrid. A?o MDCCL.
(2) Cartas eruditas. ? Tomo II. ? Nueva impresi?n.? A?o MDCCLXV.
(3) Cartas eruditas. ? Tomo II. ? Nueva impresi?n. ? A?o MDCCLXV.
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