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BOLET?N DE LA ACADEMIA GALLEGA ? 5 5
D. Felipe Pel?ez Caunedo observ? ?que no s?lo los colegiales, sino ?
tambi?n la mayor parte o casi todos, los estudiantes ,de,talento, que
concurren en gran n?mero a estos estudios de todo el obispado e
inmediatos, carecen de una s?lida instrucci?n de qUe son, capaces,
por falta de c?tedras de Teolog?a, en las que se les expliquen los
principios de la sana moral y dogma de nuestra sagrada religi?n;
y que por esta causa el can?nigo lectoral de esta santa iglesia, a,
cuyo cargo est? la c?tedra de Sagrada escritura, se ve, precisado a
ense?ar moral por una suma reducida. Con el fin, pues, de obviar
estos da?os a la ense?anza p?blica, y proporcionar a los que pro
fesan y aspiran al estado eclesi?stico los medios, de instrucci?n en
las materias propias del mismo estado, ordenaba y orden? lo
siguiente:
Que se funden, como por el presente funda, dos c?tedras de
Teolog?a, adem?s de las que ya hay en el Seminario desde su erec
ci?n para Filosof?a, Teolog?a, Moral y Sagrada escriptura: la una
De locis theologicis, en la que con arreglo al Plan general de es
tudios comunicado por el Consejo a las Universidades de estos rei
nos, se ense?ar? por ma?ana o tarde a Melchor Cano una lora; 'la
otra de Teolog?a dogm?tica en que se explicar?n en la misma con,
formidad las nuevas Instituciones teol?gicas del padre Isidoro o las
de Billuart, como mejor pareciere al Consejo, con la dotaci?n por
ahora de cien ducados cada una?.
La Teolog?a moral se deber?a ense?ar ?sin apartarse de la
mente de los santos doctores San Agust?n y Santo Tom?s?.
Establece adem?s que ?el lectoral, a quien por raz?n de su
prebenda incumbe la ense?anza de la Sagrada escriptura, comience
a explicarla en el Seminario luego que se verifique haber estudian
tes te?logos capaces de o?rla con fruto, y que entre tanto siga como
lo hizo hasta aqu? con la explicaci?n de moral por el P. Cuniliati,
sin ligarse precisamente a sus sentencias?. (Libro de visitas del
Seminario). .
En una exposici?n elevada al Consejo con fecha 26 de Agosto.
del mismo a?o (1792), despu?s de transcribir los anteriores acuer
dos, a?ade el mismo prelado, que ?ha tratado con, las dos comuni
,
dades de religiosos de Santo Domingo y de San Francisco .de esta
ciudad, para que uno de los 'dos lectores de Teolog?a que ense?a
diariamente en sus respectivas casas, lo ejecute en el Seminario
con arreglo al Plan general de estudios que se observa, en las Uni
versidades?. Y arrastrado sin duda por el ejemplo de Mondo?edo,