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ro?; $olettn de la Academia 6allega
En una muy gerundiana y enrevesada relaci?n que de esta solem
nidad escribi? un D. Antonio Rodriguez de Castro, al llegar a dar
cuenta del villancico cantado en la plaza del Campo, hoy de Cer
vantes, dice: ?Avanz?se la capilla y pidiendo audiencia el Realexo,.
cant? esta letra o le di? vida?. Por aqu? se ve llevaban, a la calle
un ?rgano port?til die los llamados realejos, esto apesar de que en
la procesi?n ?iban dos juegos de chirimias alternando con el canto
de los sochantres?.
Cons?rvase la letra de los villancicos cantados en la procesi?n,
pero no la m?sica, aunque he procurado buscarla con empei?o no
la he podido hallar; sin duda como era una obra circunst;ancial
y que no hab?a de tener m?s uso, se dej? perder. V?ase ahora la
muestra die los versos de uno de los coros, que se refiere a la tras'
laci?n de las Reliquias, y que revela bien a Ias claras el gusto de
la ?poca.
Oy la Iglesia que a Dios enamora
Un festejo le quieren haoer
Con rese?a de diestros soldados
Que marchan gall.ardos a nuebo quartel.
Siguieron a Vicente en el magisterio, Bernardo Xal?n, de: To
ledo; Diego Pontac, de Granada; Bartotom? Olaegui, de Bur
gos y Mart?n Serrano, die los cuales se conservan algunas pocas
obras, entre ellas una misa die Requiem, de Olaegui, de estilo ya
decadente.
Llenaron estos maestros el tiempo comprendido entre los a?ios
1643 a 1665. En Junio de 1666 obtuvo el magisterio el Licenciado
Verdugo (D. Diego), que, si bien en los catorce a?os que rigi? la
Capilla no trabaj? mucho como compositor, pues de ?l s?lo con
servamos dos motetes, en cambio fund? una cofrad?a bajo, la advo
caci?n de la Virgen de la Soledad y las Animas Benditas, para el
bien espiritual de los m?sicos y ministriles de la Catedral. Las
constituciones que para este objeto hizo est?n informadas por los
sentimientos de fe y piedad tan propios de aquellos tiempos en que
las ideas religiosas y el espiritualismo m?s acendrado todo lo lle
naban. El objeto principal de la Cofrad?a era proporcionar sufra
gios a los hermanos fallecidos, a los cuales tambi?n se les pagaba
el entierro. Tambi?n, como hermanos que eran, bab?an de percibir
partes iguales todos ellos . en las funciones que fuera de la Cate
dral.fuesen de pago. Adem?s se dec?an misas por los hermanos
difuntos y se celebraban dos aniversarios anuales por los mis