?
?
&tet?a de la seal Academia Gallega 24!
llouz?s, hijo de Lope Garcia de Villouz?s, vecino de Betanzos,
amenaz? Pedro Fern?ndez a dicho can?nigo manifestando que si
no desist?a de sus prop?sitos far?a al dicho su fifo Nu?o Freire
que le diese dos lansadas por el vientre.
Este rasgo deja adivinar lo que hab?a de ser, andando el tiem
po, aquel futuro senor de Puentedeume, se?alado como uno de los
d?spotas m?s implacables de Galicia en los primeros altos del si
glo xv.
Caballero de verdad se lee en su sepulcro, y no escasean los
t?stimonios de sus familiares y favorecidos calificando de buena su
memoria; mas, a pesar de ello, la historia insistentemente ha per
manecido sin rectificar su fallo.
II
La disputa sostenida entre el padre de Nu?o Freire y el can?
nigo de Santiago, Villouz?s, fu? motivada porque el cabildo de ague
lla iglesia hab?a arrendado a dicho Villouz?s los cotos de Muniferral
y Fe?s ?en el ayuntamiento de Aranga, del partido de Betanzos
que por mucho tiempo llevara en pr?stamo Fern?n P?rez o B?o;
pero que a su muerte, y por virtud de lo consignado en su testa
mento otorgado en el a?o 1397 ante el notario Alvar P?rez, man
dando que se entregasen a la iglesia de Santiago y a otras ciertas
iglesias los cotos y heredades que ?l por ellas pose?a, volvieron de
nuevo a pertenecer a la compostelana, la que dispuso de ellos como
hemos visto.
El Pedro Fernandez de Andrade, que no se resignaba a la p?r
dida de aquellas tierras, hizo que el can?nigo Villouz?s fuese des
pose?do de dichos cotos por Fern?n Diaz de Ribadeneira y el so
brino de ?ste Nu?o Freire de Andrade, hijo de Pedro Fern?ndez.
No conforme Juan L?pcz de Villouz?s con este atropello, quiso
hater valer sus derechos, y entonces fu? cuando Pedro Fern?ndez
escribi? al padre de Villouz?s, requiri?ndole para que consiguiese
que el can?nigo desistiese de la demanda y profiriendo la gr?fica
amenaza de las lansadas.
La demanda se interpuso al fin en 1405 por el referido Juan
L?pez de Villouz?s contra Fern?n Diaz de Ribadeneira. Aducfa
?ste que Fern?n Perez o B?o, y lo mismo su suegro Aras Pardo,
hab?an posefdo los cotos en cuesti?n por espacio de cincuenta a?os
y que Fern?n P?rez dejara dichos cotos en su testamento a Nuf?o