52 polettn de la Real )lcademia Gallega
taba uno de los elementos m?s esenciales, como es un maestro or
ganizador y director. El Cabildo trat? con todo empe?o de reme
diar csta falta, y en 13 de Abril de 1523 comision? al Cardenal
Salazar para que buscase en Granada y otras partes tres bueuos
cantores : tiple, contralto y contrabajo. Parece ser que estas ges
tiones no dieron resultado, pues al alto siguiente se comision? al
Rvdo. Obispo de Tripoli, juez de Villestro en esta Santa iglesia, y
al senor Jorge V?zquez da Costa, para que escribiesen a Roma y
viesen la manera de suprimir tres canonicatos, para que, con su
renta pudiesen traerse a esta iglesia ?un maestro p. a ense?ar canto
de ?rgano (1) y quatro cantores segun viesen cumple al servicio
de Dios y de esta Sta iglesia? . Esto que, al parecer, tampoco di?
resultado, no fu? obst?culo para que se mandase escribir al mis
mo tiempo a ?Villa frecha, maestro de Capilla de Palencia, para
que venga a residir a Santiago como tal maestro de Capilla? . No
se pudo conseguir que Villa Frecha viniese a Santiago, y as?, el
alto 1526, sin duda al ver fracasados otros intentos, dieron el cargo
de Maestro de Capilla a Lorenzo Dur?n, el cual hab?a sido admitido
como cantor un alto antes; tambi?n se acord? poner en su casa a
seis mozos de coro ?para que los ense?ase y adoctrinase?. Pocos
meses despu?s que Dur?n fueron admitidos como cantores dos f a
miliares del obispo de Oviedo D. Diego de Muros, el cual, como de
cidido protector de las artes, ten?a entre sus servidores algunos ex
celentes m?sicos; tales fueron. Juan Rivarello, contrabajo (2) y
Antonio Garcia, contralto.
Dur?n, pues, fu? el primer maestro de Capilla, oficialmente
nombrado, de que tenemos noticia, n?mero uno de la ya no into
rrumpida serie, hasta ilegar a nuestros d?as. Aunque algunos han
hablado ien elogio de este maestro, no se si lo har?an con conoci
miento de causa o por tratarse de un maestro, al parecer, gallego;
lo que puedo asegurar, por mi parte, es que no existe una sola obra
por ?l escrita, y que su nombre no figura para nada en los inven
tarios del archivo musical, en los cuales, sin embargo, se registran
obras de su sucesor inmediato en el cargo. A mi juicio, lo que debe
creerse respecto a Dur?n es, que admitido como cantor por el Ca
bildo y no habiendo de momento otra persona que se encargase de
(1) As? se llam? por much() tiempo la polifon?a; tambi?n se de
signaba con los nombres de ?a cuatro ? y canto de atril , .
(2) As? liamaban a los bajos de voz grave.