288 BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
A lo lejos se apercib?a la bahia y los grandes nav??s.
Esta ``primer? evocaci?n es rigurosamente exacta. La calle
de los Castros repr?senta'1a calle del 'Mercado en la cual se ve
todav?a` una antigua "barberia", y es por una escalera como se
llega a la plaza del merc?do. Se cae en la calle estrecba de San'
Andr?s que conduce a la de este nombre en la cual se encuentra
la iglesia.
El paseo de las Filas merec?a' bien tal nombre, porque en el
pasado siglo el paseo estaba dividido por tres hileras de ?rboles
paralelas. La gente se paseaba entre las casas y la primera
lera. En cuanto a las estatuas, la autora insiste'toda.v?a sobre
su aspecto mutilado en el) art?culo que se refiere 'a Marineda en
De nil Tierra (Yo).
A partir del moment() en que 'Amparo trabaja en la f?brica
de tabacos conocemos la parte m?s al Sur de la ciudad, al borde
de la mar.
"Al' subir la cuesta de san Hilario, sus o,j os se
fijaban en el mar":
La Pardo Baz?n evoca, a la vuelta de la prota?onista de la
f?brica de tabacos los restos de una antigua puerta de un cas,
tillo con un puente levadizo (i1).
Esta parte sur est? dominada por 'unit colina desde la cual
se ve la f?brica. La campi?a se extiende por este lado entre el
lavadero p?blico y la altura de Aguasanta (i2).
Toda esta parte de Marineda cuya f?brica es el centro de
inter?s, corresponde ciertamente a la rcalidad de la ?poca. Se
reconoce en el barrio de San 'Hilario, al de Santa Lucia, y en las
colinas evocadas las de Santa Margarita y 'de Sari Pedro. El
vale se extend?a antiguamente por esto3 parajes edificad?s en
nuestros d?as. No se puede, en realida(i, se?alar m?s que un,
esguince: que Baltasar y su compa?era puedan distinguir des
de la colina a las cigarreras disfrazadas, bailando en el patio de
la f?brica.
?
(10) Obras compIetas, t. IX, p. 332.
(IA) Ag.. t. II, pig. 135.
(12) Ag., t. II, p?g. 173.