BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 285
ciones chicas, vac?as, eon el velamen .arriado; cru
zados los remos sobre,la b?rd?, inm?viles:.Un,fuer
te y penetrante ?lor:de yodo y algas subia del agua,
y all? a lo lejos, los faroles del barrio de la Olmeda
,trazaban sobre la superficie . `deshechos rizos de
luz" (2).
Aparte la espaciosa bah?a, la .costa c+s sinuosa:
"ancha peninsula de bordes ondulados ycaprichosos
como una ' fimbria de una falda de seda" (3) .
En la parte Norte es peligrosa, con sus profundas ensenadas
que domina la plataf?rma' rocosa sobre la ' que se alza la torre
fen?cia. En Ia rada m?s "angosta brama el Oc?ano con violencia:
"El Oc?ano al derramarse all? se enc?entra preso,
herido, subyugado y rebrama y salta en remolino.
arrollador y quiere escalar el cielo" (4).
No solamente la situaci?n de La Coru?, es original y deja
en el esp?ritu un recuerdo inefable con sus contra'stes, sino que
la ciudad misma ofrece, particularmente por el lado de la : ba
h?a. una vista inolvidable con sus innumerables vidrieras. El
Doctor Moragas la contempla en la noehe
"el nevado caser?o con sus fachadas de miles de
cristales, heridas por el poniente, fing?a sobre aquel
talle primoroso el culebreo . de .. un bordado .de len
tejuelas destellando a la luz de la tea roja" (5).
Si, vista en su coiijunto;La Coruna ofrece a.la mirada un
espeet?culo admirable, y presenta iambi?ri una caracteristica
divisi?n de sus barriadas.
(2) La Piedra Angular Ag., t. II, p?g. 363.
(3) La I'iedra Angular Ag., t. II, p?g. 329.
(4) La Piedra Angular Ag., t. II, p?g. 363.
(5) La Piedra Angular Ag., t. II, p?g. 329.