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les, La Coruna, que conserva a?n algunos aspectos t?picos: en
Do?a ylilagros, queda reducida en la Ultimo, novela a represeentar
"la peque?a ciudad provinciana".
La Condesa ha escrito tambi?n los Cuentos de Marineda (1892)
y las novelitas cortas La.Dama`Joven (1885)y.R?dando, enlas
cuales los caracteres propios de la ciudad alternan con las des
cripcioues qu?"nada'tienen de regional.
Conviene, pues, ver como nos aparece a trav?s de sus obras
o/ la "Capital de la Cantabria".
Ning?n sobrenombre podia convenir mejor a esta bonita
ciudad rodeada por todaspartes'por el mar. Al Este el mar Can
t?brico le proporciona su amplia bah?a tranquila, abrigo de los
grandes nav?os y de los barcos de. pesca; al Oeste el Oc?ano
Atlantico m?s tumultuoso azota la playa de Riazor y. los pe?as
cales; del Orz?n. Al Norte de la ciudad en donde las aguas se
mezclan los escarpad?s acantilados de la costa sufren el asalto
violento de las olas.
Esta situaci?n original de la ciudad con , su sobresaliente y
avanzada tierra estrechada en la base entre`.'los dos mares, .re
c?erda' en La Piedra ' Angular al doctor Moragas 1a silueta fe
men?na ' ` ~.
"bien ce?ida con torneado cors? la delgada cintura,
y sueltos a partir de ella los pliegues de la faldamen
ta amplia y rumorosa. Dos conchas llenas de esme
raldas parec?an los dos mares, el de la Bahia 'y el del
Varadero, que comprim?an"a derecha e izquierda el
esbelto talle de la ciudad "(1).
El mar est? siempre present? ` a la vuelta' de un?, calle, ofre
ciendo a las miradas los espect?culos 'm?s diversos: la vista
abarca la bah?a, por la noche, en toda su amplitud, y, en la ?poca
de nuestra autora era a la luz de los mecheros de gas como se
contemplaba.
"Se acercaban al punto donde asombran y os
curecen la superficie de la bah?a muehas embarca
(I) Ag., t. Ii, :p g. 394.