B OLETII~I
DE I
REAL ACADEMIA GALLEGA
A?o XV Coru?a 1.? de Octubre de 1920 N?m. 137
LA COPLA GALAICOLUSITANA
No hay composici?n po?tica que pueda compararse con la copla
o cantar popular en fuerza emotiva. La copla encierra en sus cuatro
versos, toda la ternura de un idilio, toda la grandeza de un poema,
toda la fiereza de un canto de guerra, todo el dolor de una eleg?a, toda
la esperanza de un epitalamio... La copla popular es alegre o triste,
suave o iracunda... La copla acaricia o ara?a; eleva con las mayores
hip?rboles, o hunde con el m?s espantoso de los rid?culos; mata,
o da vida; odia, o ama... La copla lleva en s? toda la gama de los
colores, toda la escala de los sentimientos, todo el teclado de las
sensaciones. Ella es toda la lira, y tiene en su brevedad casi min?s
cula, toda su fuerza. ?De qu? otra composici?n po?tica se puede decir ,
todo eso? .
El pueblo la cre? y al pueblo pertenece toda ella. Poetas hubo que
. quisieron rivalizar con el pueblo en la composici?n de coplas y canta
res, y no han podido. Leed los cantares de Campoamor, y reconocereis
conmigo esa derrota. Y Campoamor era Campo?mor. Y con decir que
lo era, no precisa m?s elogiosa referencia. Pero sus cantares (y cito al
gran D. Ram?n por haber sido el m?s excelso poeta de los que han
compuesto cantares), no son como los del pueblo. Son m?s bien otras
tantas doloras, de impecable traza, de hondo pensamiento y de inten .
ci?n demasiada estudiada, como aquel que dice: '
Te pintar? en un cantar
la rueda de la existencia: '
pecar, hacer penitencia,
y luego vuelta a empezar.
?