82 Bolet?n de la Real 7lcademia Gallega
entre los amantes de las cosas galaicas. ?Desgraciadamentenos contes
t? con su deferencia habitual?, han resultado infructuosas mis gestiones.
El paradero del medall?n debiera ser el ?Museo Romero Ortiz?, pues se
g?n dice el propio Barros Sivelo se lo donara a D. Antonio. El Museo
estuvo hasta ha poco en la Coru?a, en poder de los herederos. Por un
descuido lamentable del Ayuntamiento, en lugar de quedar aqu?, hicie
ron donaci?n de aqu?l a la Academia de Infanter?a, de Toledo. He es
crito a un buen amigo que es profesor all?, y me contesta lo siguiente:
?Me apresuro, de buen grado, a significarle que hemos examinado dete
nidamente los cat?logos del Museo del Sr. Ortiz, y en ellos no consta
registrado el medall?n al cual se contrae el dibujo que adjunto a su carta
que contesto.?
Para el estudio del antiguo disco disponemos pues, por el momento,
?nicamente del grabado original, intercalado como l?mina en el libro de
D. Ram?n Barros Sivelo. No obstante su ejecuci?n algo anticuada, basta
para reconocer inmediatamente el motivo art?stico que ha sido re
producido. Para que los lectores de nuestras modestas l?neas puedan se
guirlas con comodidad, repetimos, en su tama?o natural, el dibujo del
bronce del Monte Pindo; decimos bronce, pues este material fu? general
mente usado para esta clase de artefactos.
Se trata de un disco circular, con el borde festonado, cuyo di?metro
m?ximo, a juzgar por el dibujo, es de 7,7 cent?metros. El espesor parece
que pasa de medio cent?metro. De ` las dos caras, la posterior debe ser
lisa, pues en caso contrario se.hubiera hecho menci?n de ella. La cara
anterior representa, en relieve, un sistema reticular que sale del borde
(que tambi?n es marcado como relieve). F?rmanse de tal modo, unos
cuantos campos ahondados. ;El central es hexagonal; los seis perif?ricos
representan pent?gonos, cuya:base 'corresponde al mismo borde de la
pieza. Quedan intercalados entre:el ; campo central y cada dos perif?ricos,
peque?os tri?ngulos (seis en total), con un adorno (al parecer en relieve),
que recuerda el contorno de un abrojo. Seis tri?ngulos, con fondo liso,
hay tambi?n en la periferia de la pieza, encajado cada uno entre dos pen
t?gonos.
Lo que nos interesa, son las representaciones en los campos ya ca
racterizados. Parece que est?n hechas en relieve, pero este detalle no pue
de ser resuelto sin inspeccionar la pieza original. En cada uno de los seis
campos perif?ricos, hay un ave, de cuerpo entero; toscamente hechas nos
dejan la impresi?n de caricaturas; cada ejemplar es algo distinto del otro,
a excepci?n de los tres superiores, que demuestran cierta semejanza. En el
campo central, v?se, tambi?n de perfil, el busto de otra ave, mucho m?s