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ci?n ferroviaria con la costa, la de Exportaci?n minera, las del
Mejor ; servicio del ferrocarril para la exportaci?n del ganado,
la de Mejoras en los trenes, la de la Exposic??n lucense ... pero
a qu? seguir? Ser?a interminable la lista y no hay necesidad
de recordar otra cosa sino que por los intereses locales y pro
vinciales no se abandonaban los que "afect?ban a la naci?n. D?
galo la imponente protesta de 28 de Agosto de 1885, iniciada y orga
nizada por El Rgional, cuando la'fam?sa cuesti?n de las Carolinas.
De todos modos, vivas est?n todas estas y otras actuaciones del
periodismo lucense en las columnas de' su prensa y registrando sus
colecciones se ver? cuanto lleva trabajado por la prosperidad y
grandeza de su pueblo. , Qu? otra cosa es la obra de transforma
ci?n de la ciudad, sino la labor perseverante de sus peri?dicos?
A ellos, debe, principalmente la pr?spera ciudad, que, aumentados
sus encantos naturales con las reformas indicadas por su prensa,
se haya convertido en breve tiempo en una urbe m?derniz?da con
?xito insuperable, secundada por ?na celosa y bien dirigida acci?n
edilicia.
Otras campafias de la prensa de Lugo, m?s han tenido de po
l?ticas que de servicio a otra clase de intereses. Transitorias e hijas
del momento, no pudieron alterar, sino moment?neamente, la con
cordiahermandad que debe ser inmanente entre los que consa
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gran sus desvelos a un mismo fin: el engrandecimiento de su
pueblo.
Las cuestiones puramente pol?ticas suelen ser casi siempre in
fecundas y sin finalidad alguna para el ? pa?s. As, las silenciamos, ?
siendo este el mejor servicio que creemos prestarles.
Otros son los fines a que debe consagrarse toda la prensa y
toda la inteligencia de sus redactores. En sus manos est? contri
buir poderosarnente 'a l? obra nobil?sima de las reivindicaciones
regionales? Si queremos quo Galicia, comb las Vascongadas y Ca
talu?a, se redima y levante de su postraci?n y llegue a obtener todo
aquello a que tiene derecho y que el poder central es tan avaro en
concederle, no es solicit?ndolo humildemente como generosa d?diva,
sino demand?ndolo como acto reparador de justicia. Horn es de
que la prensa siga por este franco camino, iniciado ya afortunada
mente, pues as? se hard comprender a l?s que les conviene que
subsista la desuni?n y recelos en los pueblos, que nada mejor que
esas hojas volanderas que andan en manos de todos para desvane
cer recelos y borrar toda suspicacia.
Todos para uno y uno para todos debe ser la divisa del perio