Dolelin de la Ileal Academia Galleg? 29
?
El de la Velada
?Se bien, senores, que no es necesario que de nuevo os exprese cu?n grabado
en mi coraz?n queda el recuerdo de estos momentos, para mi sin igual en mi
vida. Sin embargo, fuerza es quo os diga que nadapodr? borrarlos, y quo si me
enorgallezco de haber obtenido de vosotros la seilalada distinci?n de quo me
hab?is hecho objeto, tambi?n se la denda de gratitud que por ello os debo.
?No son vanas palabras. Es noble confesi?n, de mi gratitud. Es asimismo
confesi?n sincera de lo que siente mi coraz?n siempre agradecido. En ?l resuenan
,'?. vuestros aplausos como un eco cari?oso?permitid quo sin van?dad? pueda de ?
r cirlo?de mi pals y de mi gente, ? quienes ame con amor que nada entibia, y los
., cuente como la m?s noble y santa manifestaci?n de afecto hacia quien jam?s
dud? en cumplir sus deberes ante el inter?s de su patria.
?Y pues es forzoso separarnos, aprovecho este momento, para aseguraros que
tan breves ser?n los d?as queme quedan como imperecedera en ellos, la memoria,
como de vosotros, de este acto y de vuestra ?stimacj?n conservar? rnientras viva.?:
Eserito
Va ? contin?aci?n el patri?tico y levantado trabajo del Sr. Mi
rambell, leido en el banquete por el Sr. Requejo:
?lkfis queridos amigos Requejo y Fernandez."
?En la,imposibilidad absoluta de concurrir, personalmente al banquete y.ve
lada en honor de Murgu?a, quiero asociarme ? estos homenajes, aprovechando
la representaci?u de los Acad?micos de Vigo, que tan dignamente ustedes osten
tan, y completarla con esta carta, en la que expongo la finalidad que estos ho,
menajes debieran toner, para que su recuerdo fuese perdurable.
?Algunos peri?dicos han atr?buido ? iniciativas m?as estos actos en, honor
do Murgu?a, lo; cual no es cierto; pero si se quiere marcar la coincidencia de un
escrito m?o, con la explos??n de entusiasmo ? favor del ilustre historiador; si
algui?n tiene empe?o en significar que mi escrito ha sido el fulminante que ha
producido esta explosi?n de sentimientos concentrados, on este caso, acepto con
mucho gusto el modesto papel de fulminante que se me atribuye, porque con ello
no resto gloria ? nadie.
?Porque on balfstica ?qu? es el fulminante? Casi nada. Cuando el fogonazo
de un cail?n deslumbra, cuando el estampido ensordece, cuando el.proyectil de
acero empujado por la explosi?n do los gases Mende triunfador el espacio, per
forando y destruy?ndo, el fulminante carece justamente de importancia.
?Lo propio sucedo con las ideas. Cuando no hallan ambiente favorable;
cuando no est?n fuertemento oprimidas en el cerebro social, es imposible su ex
plosi?n, y todos los fulminantes para provocarla, resultan in?tiles 6 rid?culos.
?En el case actual do lliurgufa, so ha visto claro que Ia idea de honrarle era
sentida on Gtalicia. En este ambiente social estaba condensado el peneanliento,