28 Dolet?n de la Real ylcademia Gallega
?Dicho esto ?qu? quer?is que a?ada? ?Qu? deseo para este hermoso y des
conocido pais, cuantos bienes puede in mano de Dios derramar sobre ?l? ?Si
casualmente no he querido otra cosa durance m? vida ?oh! patria querida, cielos
que cubris las . tierras abundantes que nuestro campesino hace f?rtiles =y her
mosas, rincon?s sagrados en que he gemido y sido dichosa, mares espl?ndidos
quo sole su corona, bosques en que todav?a parecen resonar las trompas de los
guerreros medioevales, campos solitarios llenos de rumores en los cuales se
mezclan ? diario los cantos ancestrales, ?quien pudo decir que no os amaba
sobre todo?
?En mis noshes silenciosas, en las horas secretas en que el alma recuerda su
pasado y lo ve en su inevitable clarfdad, jam?s dud? de la justicia de las re
paraciones ?ntentadas. Si mi pensatniento media lo largo. de la ruta, ve?a ad.
mismo su t?rmino glorioso, porque jam?s he creido que el eterno paso de los
a?os:yde la vida delhombre, pudiera borrar en el alma del pueblo gallego, las
ansias de su regeneraci?n que durance siglos llev? clavadas en sus carnes.
?Conc]uyo senores, m?s no sin a?adir, que habiendo recorrido otros paises
y tratado otras gentes, afirmo para vuestro consuelo que nada puede compararse
en inteligencia ? nuestros campesinos; en bondad, ? nuestras mujeres. Acu
m?lanse inicuamente, sobre los primeros las torpezas que se dicen ser propias
de su car?cter. ?Qu? enorme injusticia! y en cuanto ? la mujer gallega puedo
aseguraros que no hall? quien la aventaje, ni en el amor, ni en la lealtad, ni en
la bondad de alma, ni en compasivos movimientos del coraz?n, ni en inteligencia
como In que Dios .di? it Galicia para madre de, sus hijos. Ella la soportadora
silenciosa de los dolores de los hogaros infortunados, ella .la quo con mayor
valor se arriesga ? los sufrimientos y hasta it la' muerte por salvar it los que
ama. Tanto es as? que en sus manes pongo las m?s grandes esperanzas do re
denci?n de este pueblo, eterno sufridor de todas las contrariedades que le cercan;
de este pueblo desconocido hasta de sus propios hijos. Ya que sois, les digo en
este memento, tan buenas madres, sed taml!ien, pues el valor no os falt? jam?s,
las que alimenteis el fuego sagrado do amor it lo quo os pertenece, por derecho
imprescriptible. Y estad seguras que cuando la estrella matutina brille en el
cielo como una dulce promesa, aldeas y ciudades, riveras del mar y gratos
asilos de las soledades campesinas, se ba?aran en in blanca claridad del nuevo
d?a en que tenemos puesto nuestro pensamiento, y todas nuestras esperanzas.
?Ya no vent este in?til tan dichosa ma?ana, porque para mi est?n contados
los dias y cerrados los caminos que conducen it la tierra do promisi?n, pero
presintiendo el pr?ximo triunfo, vengo ? celebrarlo en compa??a de mis her
manos por la sangre y al lado de los quo puedo llamar mis hijos espirituales.
?Gracias pues, senores, por las muestras de estimaci?n quo acabais de darmo,
pero gracias infinitas y eternas porquo ven?s con este acto ? enlazarla obra,an
tigua con la nueva, la santa, In vencedora quo debeis realizar en honor de esta
patria tan amada de sue hijos, qua no hay nada quo born en ellos, en memoria
en la ausencia ni su amor on las mayores tr?bulaciones do la vida.?