244 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
manees que se pretende sean originarios de Castilla y que
se dice o supone que fueron vertidos a nuestra lengua regio
nal ' por gallegos deseosos de dotar a Galicia de un caudal
de romances que no pose?a.
Los romances castellanos suelen ser de car?cter ?pico.
Tal el del Rey don Rodrigo" ` como perdi? Espa?a; el de
Bernardo del Carpio, el de Los infantes de Lara; el del
Cid, etc?tera.
En Galicia no se conserva ninguno de esta naturaleza..
Quiz? los haya habido en los primeros tiempos de la re
conquista y se perdieron; o tal vez, siendo el esp?ritu gallego
m?s dado a las emociones del amor y de la vida que a las
de la guerra y de la muerte, los poetas gallegos no ' cantaron
las gestas de sus guerreros sino las tragedias de las damas
abandonadas durante las correr?as de aquellos. Lo cierto
es que en los cancioneros no figuran composiciones de car?c
ter ?p?c?; apenas alguna de Pero da Ponte que se refiere
a la conquista de Sevilla; en cambio son numeros?simas las
cantigas de amigo o de namorado.
Los romances gallegos se caracterizan por una prefe
rencia emotiva de car?cter sentimental, cuyos primeros des
tellos se manifiestan profusamente en las ya mencionadas
cantigas de amigo de los cancioneros. As? Albucla, Dona
Branca, A romeira, Dona Aida, Francisqui?a, Dona Silvana;
etc?tera, y para probar que son gallegos, basta observar que
en alguno de ellos hay frases como
Sete fadas me fadaron
(?La Infanta encantada?)
Que o conde foise de caza
Al? aos montes de Le?n
(c Dona Branca?)
Quen volo dixo, se?ora,
Non vos dixo verd?, non;
Qu'eu nunca entr?i en Castela
Nin en terras de Le?n
(?Rosa fresca?)
frases que nunca se le ocurrir?an a un poeta castellano.
Otros son tan indiscutiblemente gallegos como el de
Dona Xelda, que hace referencia a San Andr?s de Teixido
y a creencias y costumbres netamente gallegas; el de Gaiteros