BOLETIN DE LA REAL Ac 11)E\IIA GALLEUA. 237
casi perdidas ,en la prehistoria, que : han sabido esculpir fig?ras
y animales en los umbrales de las citanias, en los pe?ascales de
castros insomnes o'en,los"modestos retablos de''aduellas.igle
sias prinitivas "' constr??das ' a ra?za de la paz` ? constantiniana,` En.
vuelo raudo, cr?za?. igualmente, aqueltos . otros m?s , recientes,
estudiados, hace algunos altos ;por,aBello Pi?eiro y Fernandez Ba
rreiro: Gonzalo Alonso, Alvaro Garc?a. Rodriguez, Ptnar, Tris
t?n;dexTaboada... y tantos otros:.
En , pie actualiz?ndose, como en . los . versiculos de Ezequiel;,
envueltos en luz crepuscular, surge aquel Alfonso Buceta. de la
Fuente, vecino do Puentedeume quien, en 4626 por 31 ducados,,
Ilevo a ` cabo units pinturas en Santiago de. Barallobre y , en la
iglesia de San Mamed de Larage (Caba?as) ; Gabriel Felipe, de
fines del 1500 pintando por 40 = ducados "unos montes y unos
lexos con sus j ud?os y ciudades", m?s "4 historias de las once
mil 'v?rgenes"; Jordan ' Gonzalez, de in nmisma ?poca que 'el an
terior, pintando "de ;preto e blanco, al fresco, la;historia de San
Roque" al igual que la,figura y unas letras ?nd?cando "aq??,est? ;.
el cuerpo' de Santo Cucufate"; Antonio de . Castro, 'pintor de nues
tro Santo Ap?stol as? como San Pedro y San Pablo, cobrando"
por todo ello 2.365 reales, algo m?s que Francisco de . Losada,
pintor de los arcos para, la danza de los mareantes y las figuras
de los ap?stoles y otras c?sas m?s, por um < total de, dieciocho;
J?e?me de Perlada, de quien se sabe que, a medi?dos del si
glo XVI, pintara; eva?gelistas y alg?n ,que otro pasaj e ?de in vida
de San Miguel en la capilla de Agros; los ,vecinos de Tuy, Felipe
y Manuel Serveyra, autor el primero, de a varios pasos de La Pa
si(m do Nuestro Se?or en "ducientas baras de pa?o de cinco ,
palmas in barn", de la imagen del Se?or Santiago con las an
this y caballos y moros" el segundo.,.
Quisi?ramos huir de la f?cil erudici?n de cat?logo pero,aun
a costa de in monoton?a incoercible, deseamos hacer una. s?nte
sis que, por un momento, mate el olvido y proyecte alguna. luz.
en el sendero recorrido par estos muertos. No olvidemos que
fueron ellos los iniciadores de un camino sin fin, y al igual que
nosotros, los pintores de hoy, lucharon y sufrieron. Conmueve
todav?a la lectura' del testamento de Pedro Nobre, aquel vecino
cle Compostela quien, hall?ndose gravemente enfermo en el Gran
Hospital, lo habia otorgado el 14 de mayo de 1543, con unas
cl?usulas rezumantes de inquietudes
?