166 ijoleifn de la Real 5kcademia 6allega
de la sambuca rotata, de la lyra mendicorum, de la viola da orbo, de l?
ghironda ribecca, de la stampella, de la lgra r?istica, de la chinforgne
(llam?banse chinfoniers ? los mendigos franceses que la utilizaban para
ganarse la vida), de la zampogna, de la chinjonia; y en nuestros cl?sicos
gallegos de in sinfonia, sanfona, zanfona ? zanfo?a, que de tales modes
i
,, i , ' p,
` , . , i 1
"61',1 `,\ , ' . , ,
t~ :
y
~ a 2 j
a Vi C
`t
{
4
Romer?a de San Cosme en Bayona
(Apunte de Pradilla)
in denominan, respectivamente, el P. Sarmiento, Murgu?a, Valladares
y Cubeiro.
Favorita de troveros, trovadores y juglares, tuvo su epoca de tras
e
En el famoso Libra de Apolonio se cuentan las tnalaventuras de Tarsiana, cuando
prisso una viola buena e bien temprada...
tocando su viola, cantando sus versetes...
En el Poona de Alexandre se nombran la sinapliouiaa, viola y rota; ?sta y la cinfonia y
la zantponna, con otra copiosa enumeraci?n organogr?fica, la hallar.?. el curioso lector en 1
el bien conocido poeme De cbino Cl?rigos ? Legos ? Flayres ? Monjas 1 Due?as I 7oglares
salieron ? recibir if Don Amor, del c Petronio espa?ol s, del apeque?o Cervantes del
siglo xtv., del insigne caracense Juan Ru?z. (Vid. Biblioleca de Autores Esba?oles, t. LVII,
? Rivadeneira, 1864).
i